02/07/2004
El Ministro de Finanzas de Zambia: debate las conclusiones de Social Watch
Social Watch
El lanzamiento del informe Social Watch 2004 en Zambia desató un debate sobre pobreza en todo el país. El Ministro de Finanzas, Ngandu Magande, sostuvo que actualmente hay suficientes alimentos en el país y que incluso los picapedreros tienen cuentas bancarias, y cuestionó la exactitud de los indicadores de Social Watch. En un comentario editorial, el influyente periódico zambio The Post aconsejó al ministro “que se fije en las estadísticas de pobreza de su propio gobierno, producidas por la Oficina Central de Estadísticas” y afirmó que “los problemas planteados en el informe Social Watch 2004 son verdaderos y merecen una muy seria consideración por parte del gobierno e incluso de todos nuestros políticos.”
Ver más
abajo el informe de prensa sobre las declaraciones del Ministro Magande y el
comentario editorial de The Post.
El
Informe de Social Watch Cuestiona las Políticas Económicas de Zambia
The Post (Lusaka)
2 de julio de
2004
Publicado en la red el 2 de julio de 2004
Bivan Saluseki
Lusaka
Las
políticas inhumanas infligidas a la población han sellado el destino de la
mayoría de los zambios, afirmó ayer el informe Social Watch 2004.
Pero el
ministro de finanzas Ngandu Magande se preguntó de qué pobreza y de qué
políticas están hablando los autores del informe y qué estadísticas utilizaron.
Social
Watch 2004 es un informe internacional de organizaciones ciudadanas sobre el
progreso en la erradicación de la pobreza y la equidad de género, que monitorea
el cumplimiento de los compromisos internacionales asumidos por los gobiernos.
Según el informe, el hambre continúa asechando a los zambios y la seguridad
humana es un paradigma inalcanzable para la mayoría de la población.
“Aunque
el país no ha estado formalmente en guerra desde su independencia en 1964, las
condiciones imperantes que afectan a la existencia humana son equivalentes a las
de una nación en guerra”, dice el informe.
El
informe de Social Watch titulado “Miedos y miserias. Obstáculos a la seguridad
humana”, afirma que “Las políticas inhumanas impuestas en Zambia por
instituciones y países occidentales se combinaron con nefastas políticas
locales, el aumento de la pobreza y el VIH/SIDA para hacer prácticamente
imposible que los ciudadanos tengan una vida digna.”
“La
vida de la mayoría de los zambios está caracterizada por la inseguridad. Una
serie de políticas poco afortunadas se combinaron con otros factores para que a
las personas les resultara imposible gozar de la sensación de seguridad”, agrega
el informe.
Según
el informe, las políticas de libre mercado no lograron asegurar la
competitividad de los productos zambios en los mercados internacionales,
mientras que la corrupción y la mala gobernanza son constantes de parte de los
dirigentes políticos del gobierno actual.
El
informe afirma que la mayor inseguridad deriva de una serie de políticas
económicas y sociales fallidas. “La fe ciega del gobierno en las políticas
capitalistas sin controles provocaron que los nuevos pobres y los trabajadores
urbanos despedidos terminaran en la calle, de por sí superpobladas.”
Según
Social Watch, los intentos de revertir la caída económica adoptando políticas
atractivas para el capital extranjero sólo agravaron las dificultades
económicas. En 1998, el 72,9% de la población vivía por debajo de la línea
nacional de pobreza, 45% estaba desnutrida entre 1990 y 1992, cifra que aumentó
a 50% para 2000.
Sin
embargo, Zambia está progresando en el acceso de la población al saneamiento y a
fuentes de agua mejoradas.
En
reacción al informe, Magande dijo que el problema es que la gente quiere seguir
hablando de la pobreza del pasado y de estadísticas viejas. “No sé qué
estadísticas están usando”, dijo el ministro.
Afirmó
que en 2001 Zambia tuvo escasez de alimentos pero que actualmente no existe tal
problema y que los alimentos son aun más baratos. “Tenemos muchísimos alimentos;
¿de dónde sacan sus conclusiones?”, preguntó.
Magande
dijo que los picapedreros en Kalingalinga tienen cuentas bancarias con el dinero
que han hecho. “Alguien que no está bien informado dice que éstos son los pobres
de los que tengo que hablar”, dijo el ministro.
Magande
aseguró que compró cemento a una persona en Kalingalinga y que siempre esa
persona hacía buenos negocios. “No entiendo. No sé por qué algunos no quieren
admitir que las cosas han cambiado.” Y agregó que algunas de las personas que
ciertas organizaciones llaman pobres están haciendo millones, a pesar de que se
los ve con zapatos viejos. “No son pobres. Ni siquiera nos incluimos a nosotros
mismos; quiero decir, ¿cómo podríamos hacerlo?” preguntó.
Magande
se preguntó de qué inseguridad habla el informe, cuando se puede ir
tranquilamente al mercado de Soweto y comprar comida.
El
ministro dijo que las ONG no deberían basar sus informes en problemas del
pasado.
No
Reivindiquen Victorias Fáciles
The Post (Lusaka)
EDITORIAL
2 de julio de
2004
Publicado en la red el 2 de julio de 2004
Lusaka
Para
empezar, nos gustaría referirnos a un dicho de Lenin en cuanto a que la actitud,
es decir, la seriedad de propósitos, de un gobierno o un partido político, se
mide, básicamente, por la actitud que toma frente a sus propios problemas,
debilidades y errores.
Y de la
misma forma, la seriedad de propósitos de los miembros de nuestro gobierno por
la actitud que toman hacia los problemas que enfrenta actualmente nuestra
nación. Cualquier persona seria no negará que el mayor desafío que debe encarar
hoy nuestro pueblo es el aumento de la pobreza, con más de 70 por ciento - ¿o es
80 por ciento? - de los zambios viviendo en la pobreza extrema.
Cuando
se admiten los problemas, hay más chance de resolverlos que cuando se los niega.
Es por ello que es necesario tomar una actitud seria y franca hacia los
problemas de nuestro país. Así será posible realizar un análisis serio, honesto
y profundo. Así podremos analizar lo que se ha realizado, las cosas buenas que
se han hecho y también los errores, los fracasos y las metidas de pata que se
han cometido.
El
gobierno zambio debería mirar bajo esta luz al informe de Social Watch 2004, que
establece que las políticas inhumanas infligidas a la población han sellado el
destino de la mayoría de los zambios.
Como
dijimos en nuestro comentario editorial de ayer, la vida es cada vez más difícil
para la gran mayoría de la población, especialmente para los trabajadores y los
pobres. No necesitamos estadísticas para saber que las cosas andan mal. Vivimos
aquí y nuestro trabajo nos lleva por todo el país. Y no se ven signos de que las
cosas vayan a mejorar de aquí a poco. A este ritmo, parece que las privaciones
y las dificultades van a empeorar. Nadie debería pensar que va a ser fácil.
Debemos estar preparados para enfrentar aun peores sufrimientos y problemas.
Es por
eso que consideramos que el rechazo del Ministro de Finanzas Ngandu Magande al
informe Social Watch 2004 es ridículo y sus argumentos muy frívolos.
Los
problemas planteados en el informe Social Watch 2004 son verdaderos y merecen
una muy seria consideración por parte del gobierno e incluso de todos nuestros
políticos.
¿Cómo
puede Magande cuestionar seriamente las estadísticas utilizadas por Social
Watch? Le recomendamos que se fije en las estadísticas de pobreza de su propio
gobierno, producidas por la Oficina Central de Estadísticas.
¿Cómo
puede Magande negar con seriedad la observación de Social Watch referida a que
el hambre continúa asechando a los zambios y la seguridad humana es un paradigma
inalcanzable para la mayoría de la población?
¿Cómo
puede Magande negar con seriedad la observación de Social Watch referida a que
las políticas inhumanas impuestas en Zambia por instituciones y países
occidentales se combinaron con nefastas políticas locales, el aumento de la
pobreza y el VIH/SIDA para hacer prácticamente imposible que los ciudadanos
tengan una vida digna?
¿Cómo
puede Magande negar con seriedad la observación de Social Watch en cuanto a que
la vida de la mayoría de los zambios está marcada por la inseguridad?
¿Cómo
puede Magande negar con seriedad la observación de Social Watch en cuanto a que
una serie de políticas poco afortunadas se combinaron con otros factores para
que a las personas les resultara imposible gozar de la sensación de seguridad?
¿Cómo
puede Magande rechazar seriamente la observación de Social Watch referida a que
las políticas de libre mercado no lograron asegurar la competitividad de los
productos zambios en los mercados internacionales, mientras continúa la
corrupción y la mala gobernanza de parte de los dirigentes políticos del
gobierno actual?
¿Cómo
puede Magande rechazar seriamente la observación de Social Watch referida a que
la afluencia de nuevos pobres y trabajadores urbanos despedidos que terminan en
la calle, de por sí superpobladas con desempleados, es el resultado directo de
la fe ciega del gobierno en las políticas capitalistas sin controles?
¿Cómo
puede Magande rechazar seriamente la observación de Social Watch referida a que
los intentos de revertir la caída económica adoptando políticas atractivas para
el capital extranjero sólo agravaron las dificultades económicas?
La
pobreza a la que se refiere Social Watch no es cosa del pasado y de estadísticas
viejas. Es cosa del presente. La vemos todos los días a donde quiera que
vayamos. Amenaza a nuestras familias y a personas que conocemos. Nos gustaría
saber en qué Zambia vive nuestro Ministro de Finanzas. Debe ser un país de
ensueño, uno que existe sólo en su cabeza. Está totalmente desconectado de la
realidad.
Magande
dice: “No sé qué estadísticas están usando. En 2001 Zambia tuvo escasez de
alimentos pero actualmente no existe tal problema y los alimentos son aun más
baratos. Tenemos muchísimos alimentos. ¿De dónde sacan sus conclusiones? Los
picapedreros en Kalingalinga tienen cuentas bancarias con el dinero que han
hecho. Alguien que no está bien informado dice que éstos son los pobres de los
que tengo que hablar.
Compré
cemento a una persona en Kalingalinga y esa persona siempre hace buenos
negocios. No entiendo. No sé por qué algunos no quieren admitir que las cosas
han cambiado. Algunas de las personas que ciertas organizaciones llaman pobres
están haciendo millones, a pesar de que andan por ahí con zapatos viejos. No son
pobres. Ni siquiera nos incluimos a nosotros mismos. Me pregunto de qué
inseguridad está hablando el informe, cuando puedo ir tranquilamente al mercado
de Soweto y comprar comida. Las ONG no deberían basar sus informes en problemas
del pasado.”
Esto es
lo que dice Magande. ¿Qué grosera ignorancia o deshonestidad es ésta?
¡Ésta
es la opinión de la persona que está a cargo de nuestra economía! ¿Qué futuro
puede tener el país, con todos sus problemas actuales, dirigido por gente tan
vacía y deshonesta?
Esto es
exactamente de lo que hablábamos ayer cuando dijimos que tenemos que lidiar no
sólo con los problemas objetivos de un orden económico y político mundial
desfavorable, sino también con la mediocridad, la bancarrota política, la
deshonestidad y la vacuidad de los que hoy tienen la responsabilidad de gobernar
y dirigir los asuntos de nuestro país.
Nuevamente, vemos necesario referirnos al consejo de Amílcar Cabral: “No oculten
nada a las masas de nuestro pueblo. No digan mentiras. Desenmascaren las
mentiras donde aparezcan. No reivindiquen victorias fáciles.”
http://allafrica.com/stories/200407020232.html
http://allafrica.com/stories/200407020790.html
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