Quincuagésimo quinto período de sesiones
Tema 60 b) del programa
Resolución aprobada
por la Asamblea General
[sin remisión previa a una Comisión Principal (A/55/L.2)]
55/2. Declaración
del Milenio
La Asamblea General
Aprueba la siguiente Declaración:
Declaración del Milenio
I. Valores y principios
1. Nosotros, Jefes de Estado y de
Gobierno, nos hemos reunido en la Sede de las Naciones Unidas en Nueva
York del 6 al 8 de septiembre de 2000, en los albores de un nuevo milenio,
para reafirmar nuestra fe en la Organización y su Carta como cimientos
indispensables de un mundo más pacífico, más próspero y más justo.
2. Reconocemos que, además de las
responsabilidades que todos tenemos respecto de nuestras sociedades, nos
incumbe la responsabilidad colectiva de respetar y defender los principios
de la dignidad humana, la igualdad y la equidad en el plano mundial. En
nuestra calidad de dirigentes, tenemos, pues, un deber que cumplir respecto
de todos los habitantes del planeta, en especial los más vulnerables y,
en particular, los niños del mundo, a los que pertenece el futuro.
3. Reafirmamos nuestra adhesión a
los propósitos y principios de la Carta de las Naciones Unidas, que han
demostrado ser intemporales y universales. A decir verdad, su pertinencia
y su capacidad como fuente de inspiración han ido en aumento conforme
se han multiplicado los vínculos y se ha consolidado la interdependencia
entre las naciones y los pueblos.
4. Estamos decididos a establecer
una paz justa y duradera en todo el mundo, de conformidad con los propósitos
y principios de la Carta. Reafirmamos nuestra determinación de apoyar
todos los esfuerzos encaminados a hacer respetar la igualdad soberana
de todos los Estados, el respeto de su integridad territorial e independencia
política; la solución de los conflictos por medios pacíficos y en consonancia
con los principios de la justicia y del derecho internacional; el derecho
de libre determinación de los pueblos que siguen sometidos a la dominación
colonial y la ocupación extranjera; la no injerencia en los asuntos internos
de los Estados; el respeto de los derechos humanos y las libertades fundamentales;
el respeto de la igualdad de derechos de todos, sin distinciones por motivo
de raza, sexo, idioma o religión, y la cooperación internacional para
resolver los problemas internacionales de carácter económico, social,
cultural o humanitario.
5. Creemos que la tarea fundamental
a que nos enfrentamos hoy es conseguir que la mundialización se convierta
en una fuerza positiva para todos los habitantes del mundo, ya que, si
bien ofrece grandes posibilidades, en la actualidad sus beneficios se
distribuyen de forma muy desigual al igual que sus costos. Reconocemos
que los países en desarrollo y los países con economías en transición
tienen dificultades especiales para hacer frente a este problema fundamental.
Por eso, consideramos que solo desplegando esfuerzos amplios y sostenidos
para crear un futuro común, basado en nuestra común humanidad en toda
su diversidad, se podrá lograr que la mundialización sea plenamente incluyente
y equitativa. Esos esfuerzos deberán incluir la adopción de políticas
y medidas, a nivel mundial, que correspondan a las necesidades de los
países en desarrollo y de las economías en transición y que se formulen
y apliquen con la participación efectiva de esos países y esas economías.
6. Consideramos que determinados valores
fundamentales son esenciales para las relaciones internacionales en el
siglo XXI: •
La libertad. Los hombres y las mujeres tienen derecho a vivir su vida
y a criar a sus hijos con dignidad y libres del hambre y del temor a la
violencia, la opresión o la injusticia. La mejor forma de garantizar esos
derechos es contar con gobiernos democráticos y participativos basados
en la voluntad popular. •
La igualdad. No debe negarse a ninguna persona ni a ninguna nación la
posibilidad de beneficiarse del desarrollo. Debe garantizarse la igualdad
de derechos y oportunidades de hombres y mujeres. •La solidaridad. Los problemas mundiales
deben abordarse de manera tal que los costos y las cargas se distribuyan
con justicia, conforme a los principios fundamentales de la equidad y
la justicia social. Los que sufren, o los que menos se benefician, merecen
la ayuda de los más beneficiados. • La
tolerancia. Los seres humanos se deben respetar mutuamente, en toda su
diversidad de creencias, culturas e idiomas. No se deben temer ni reprimir
las diferencias dentro de las sociedades ni entre éstas; antes bien, deben
apreciarse como preciados bienes de la humanidad. Se debe promover activamente
una cultura de paz y diálogo entre todas las civilizaciones. • El
respeto de la naturaleza. Es necesario actuar con prudencia en la gestión
y ordenación de todas las especies vivas y todos los recursos naturales,
conforme a los preceptos del desarrollo sostenible. Sólo así podremos
conservar y transmitir a nuestros descendientes las inconmensurables riquezas
que nos brinda la naturaleza. Es preciso modificar las actuales pautas
insostenibles de producción y consumo en interés de nuestro bienestar
futuro y en el de nuestros descendientes. •
Responsabilidad común. La responsabilidad de la gestión del desarrollo
económico y social en el mundo, lo mismo que en lo que hace a las amenazas
que pesan sobre la paz y la seguridad internacionales, debe ser compartida
por las naciones del mundo y ejercerse multilateralmente. Por ser la organización
más universal y más representativa de todo el mundo, las Naciones Unidas
deben desempeñar un papel central a ese respecto.
7. Para plasmar en acciones estos
valores comunes, hemos formulado una serie de objetivos clave a los que
atribuimos especial importancia.
II. La paz, la seguridad y el desarme
8. No escatimaremos esfuerzos para
liberar a nuestros pueblos del flagelo de la guerra —ya sea dentro de
los Estados o entre éstos—, que, en el último decenio, ha cobrado más
de cinco millones de vidas. También procuraremos eliminar los peligros
que suponen las armas de destrucción en masa.
9. Por todo lo anterior, decidimos: • Consolidar el respeto del imperio
de la ley en los asuntos internacionales y nacionales y, en particular,
velar por que los Estados Miembros cumplan las decisiones de la Corte
Internacional de Justicia, con arreglo a la Carta de las Naciones Unidas,
en los litigios en que sean partes. • Aumentar la eficacia de las Naciones
Unidas en el mantenimiento de la paz y de la seguridad, dotando a la Organización
de los recursos y los instrumentos que necesitan en sus tareas de prevención
de conflictos, resolución pacífica de controversias, mantenimiento de
la paz, consolidación de la paz y reconstrucción después de los conflictos.
En este sentido, tomamos nota del informe del Grupo sobre las Operaciones
de Paz de las Naciones Unidas 1 , y pedimos a la Asamblea General que
examine cuanto antes sus recomendaciones. • Fortalecer la cooperación entre las
Naciones Unidas y las organizaciones regionales, de conformidad con las
disposiciones del Capítulo VIII de la Carta. • Velar por que los Estados Partes
apliquen los tratados sobre cuestiones tales como el control de armamentos
y el desarme, el derecho internacional humanitario y el relativo a los
derechos humanos, y pedir a todos los Estados que consideren la posibilidad
de suscribir y ratificar el Estatuto de Roma de la Corte Penal Internacional
2 . • Adoptar medidas concertadas contra
el terrorismo internacional y adherirnos cuanto antes a todas las convenciones
internacionales pertinentes. • Redoblar nuestros esfuerzos para
poner en práctica nuestro compromiso de luchar contra el problema mundial
de la droga. • Intensificar nuestra lucha contra
la delincuencia transnacional en todas sus dimensiones, incluidos la trata
y el contrabando de seres humanos y el blanqueo de dinero. • Reducir al mínimo las consecuencias
negativas que las sanciones económicas impuestas por las Naciones Unidas
pueden tener en las poblaciones inocentes, someter los regímenes de sanciones
a exámenes periódicos y eliminar las consecuencias adversas de las sanciones
sobre terceros. • Esforzarnos por eliminar las armas
de destrucción en masa, en particular las armas nucleares, y mantener
abiertas todas las opciones para alcanzar esa meta, incluida la posibilidad
de convocar una conferencia internacional para determinar formas adecuadas
de eliminar los peligros nucleares. • Adoptar medidas concertadas para
poner fin al tráfico ilícito de armas pequeñas y armas ligeras, en particular
dando mayor transparencia a las transferencias de armas y respaldando
medidas de desarme regional, teniendo en cuenta todas las recomendaciones
de la Conferencia de las Naciones Unidas sobre Comercio Ilícito de Armas
Pequeñas y Ligeras. • Pedir a todos los Estados que consideren
la posibilidad de adherirse a la Convención sobre la prohibición del empleo,
almacenamiento, producción y transferencia de minas antipersonal y sobre
su destrucción 3 , así como al Protocolo enmendado relativo a las minas
de la Convención sobre armas convencionales 4 .
10. Instamos a los Estados Miembros a que observen la Tregua Olímpica,
individual y colectivamente, ahora y en el futuro, y a que respalden al
Comité Olímpico Internacional en su labor de promover la paz y el entendimiento
humano mediante el deporte y el ideal olímpico.
III. El desarrollo y la erradicación de la pobreza
11. No escatimaremos esfuerzos para
liberar a nuestros semejantes, hombres, mujeres y niños, de las condiciones
abyectas y deshumanizadoras de la pobreza extrema, a la que en la actualidad
están sometidos más de 1.000 millones de seres humanos. Estamos empeñados
en hacer realidad para todos ellos el derecho al desarrollo y a poner
a toda la especie humana al abrigo de la necesidad.
12. Resolvemos, en consecuencia, crear
en los planos nacional y mundial un entorno propicio al desarrollo y a
la eliminación de la pobreza.
13. El logro de esos objetivos depende,
entre otras cosas, de la buena gestión de los asuntos públicos en cada
país. Depende también de la buena gestión de los asuntos públicos en el
plano internacional y de la transparencia de los sistemas financieros,
monetarios y comerciales. Propugnamos un sistema comercial y financiero
multilateral abierto, equitativo, basado en normas, previsible y no discriminatorio.
14. Nos preocupan los obstáculos a que se enfrentan los países
en desarrollo para movilizar los recursos necesarios para financiar su
desarrollo sostenible. Haremos, por consiguiente, todo cuanto esté a nuestro
alcance para que tenga éxito la Reunión intergubernamental de alto nivel
sobre la financiación del desarrollo que se celebrará en 2001.
15. Decidimos, asimismo, atender las
necesidades especiales de los países menos adelantados. En este contexto,
nos felicitamos de la convocación de la Tercera Conferencia de las Naciones
Unidas sobre los Países Menos Adelantados, que se celebrará en mayo de
2001, y donde haremos todo lo posible por lograr resultados positivos.
Pedimos a los países industrializados: • que adopten, preferiblemente antes
de que se celebre esa Conferencia, una política de acceso libre de derechos
y cupos respecto de virtualmente todas las exportaciones de los países
menos adelantados; • que apliquen sin más demora el programa
mejorado de alivio de la deuda de los países pobres muy endeudados y que
convengan en cancelar todas las deudas bilaterales oficiales de esos países
a cambio de que éstos demuestren su firme determinación de reducir la
pobreza; y • que concedan una asistencia para
el desarrollo más generosa, especialmente a los países que se están esforzando
genuinamente por destinar sus recursos a reducir la pobreza.
16. Estamos decididos, asimismo, a
abordar de manera global y eficaz los problemas de la deuda de los países
de ingresos bajos y medios adoptando diversas medidas en los planos nacional
e internacional para que su deuda sea sostenible a largo plazo.
17. Resolvemos asimismo atender las
necesidades especiales de los pequeños Estados insulares en desarrollo
poniendo en práctica rápida y cabalmente el Programa de Acción de Barbados
5 y las conclusiones a que llegó la Asamblea General en su vigésimo segundo
período extraordinario de sesiones. Instamos a la comunidad internacional
a que vele por que, cuando se prepare un índice de vulnerabilidad, se
tengan en cuenta las necesidades especiales de los pequeños Estados insulares
en desarrollo.
18. Reconocemos las necesidades y
los problemas especiales de los países en desarrollo sin litoral, por
lo que pedimos encarecidamente a los donantes bilaterales y multilaterales
que aumenten su asistencia financiera y técnica a ese grupo de países
para satisfacer sus necesidades especiales de desarrollo y ayudarlos a
superar los obstáculos de su geografía, mejorando sus sistemas de transporte
en tránsito.
19. Decidimos, asimismo: • Reducir a la mitad, para el año 2015,
el porcentaje de habitantes del planeta cuyos ingresos sean inferiores
a un dólar por día y el de las personas que padezcan hambre; igualmente,
para esa misma fecha, reducir a la mitad el porcentaje de personas que
carezcan de acceso a agua potable o que no puedan costearlo. • Velar por que, para ese mismo año,
los niños y niñas de todo el mundo puedan terminar un ciclo completo de
enseñanza primaria y por que tanto las niñas como los niños tengan igual
acceso a todos los niveles de la enseñanza. • Haber reducido, para ese mismo año,
la mortalidad materna en tres cuartas partes y la mortalidad de los niños
menores de 5 años en dos terceras partes respecto de sus tasas actuales. • Para entonces, haber detenido y comenzado
a reducir la propagación del VIH/SIDA, el flagelo del paludismo y otras
enfermedades graves que afligen a la humanidad. • Prestar especial asistencia a los
niños huérfanos por causa del VIH/SIDA. • Para el año 2020, haber mejorado
considerablemente la vida de por lo menos 100 millones de habitantes de
tugurios, como se propone en la iniciativa “Ciudades sin barrios de tugurios”.
20. Decidimos también: • Promover la igualdad entre los sexos
y la autonomía de la mujer como medios eficaces de combatir la pobreza,
el hambre y las enfermedades y de estimular un desarrollo verdaderamente
sostenible. • Elaborar y aplicar estrategias que
proporcionen a los jóvenes de todo el mundo la posibilidad real de encontrar
un trabajo digno y productivo. • Alentar a la industria farmacéutica
a que aumente la disponibilidad de los medicamentos esenciales y los ponga
al alcance de todas las personas de los países en desarrollo que los necesiten. • Establecer sólidas formas de colaboración
con el sector privado y con las organizaciones de la sociedad civil en
pro del desarrollo y de la erradicación de la pobreza. • Velar por que todos puedan aprovechar
los beneficios de las nuevas tecnologías, en particular de las tecnologías
de la información y de las comunicaciones, conforme a las recomendaciones
formuladas en la Declaración Ministerial 2000 del Consejo Económico y
Social 6 .
IV. Protección de nuestro entorno común
21. No debemos escatimar esfuerzos
por liberar a toda la humanidad, y ante todo a nuestros hijos y nietos,
de la amenaza de vivir en un planeta irremediablemente 7dañado por las
actividades del hombre, y cuyos recursos ya no alcancen para satisfacer
sus necesidades.
22. Reafirmamos nuestro apoyo a los
principios del desarrollo sostenible, incluidos los enunciados en el Programa
21 7 , convenidos en la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Medio
Ambiente y el Desarrollo.
23. Decidimos, por consiguiente, adoptar
una nueva ética de conservación y resguardo en todas nuestras actividades
relacionadas con el medio ambiente y, como primer paso en ese sentido,
convenimos en lo siguiente: • Hacer todo lo posible por que el
Protocolo de Kyoto entre en vigor, de ser posible antes del décimo aniversario
de la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Medio Ambiente y el
Desarrollo, en el año 2002, e iniciar la reducción de las emisiones de
gases de efecto invernadero. • Intensificar nuestros esfuerzos colectivos
en pro de la ordenación, la conservación y el desarrollo sostenible de
los bosques de todo tipo. • Insistir en que se apliquen cabalmente
el Convenio sobre la Diversidad Biológica 8 y la Convención de las Naciones
Unidas de lucha contra la desertificación en los países afectados por
sequía grave o desertificación, en particular en África 9 . • Poner fin a la explotación insostenible
de los recursos hídricos formulando estrategias de ordenación de esos
recursos en los planos regional, nacional y local, que promuevan un acceso
equitativo y un abastecimiento adecuado. • Intensificar la cooperación con miras
a reducir el número y los efectos de los desastres naturales y de los
desastres provocados por el hombre. • Garantizar el libre acceso a la información
sobre la secuencia del genoma humano.
V. Derechos humanos, democracia y buen gobierno
24. No escatimaremos esfuerzo alguno
por promover la democracia y fortalecer el imperio del derecho y el respeto
de todos los derechos humanos y las libertades fundamentales internacionalmente
reconocidos, incluido el derecho al desarrollo.
25. Decidimos, por tanto: • Respetar y hacer valer plenamente
la Declaración Universal de Derechos Humanos 10 . • Esforzarnos por lograr la plena protección
y promoción de los derechos civiles, políticos, económicos, sociales y
culturales de todas las personas en todos nuestros países. • Aumentar en todos nuestros países
la capacidad de aplicar los principios y las prácticas de la democracia
y del respeto de los derechos humanos, incluidos los derechos de las minorías. • Luchar contra todas las formas de
violencia contra la mujer y aplicar la Convención sobre la eliminación
de todas las formas de discriminación contra la mujer 11 . • Adoptar medidas para garantizar el
respeto y la protección de los derechos humanos de los migrantes, los
trabajadores migratorios y sus familias, eliminar los actos de racismo
y xenofobia cada vez más frecuentes en muchas sociedades y promover una
mayor armonía y tolerancia en todas las sociedades. • Trabajar aunadamente para lograr
procesos políticos más igualitarios, en que puedan participar realmente
todos los ciudadanos de nuestros países. • Garantizar la libertad de los medios
de difusión para cumplir su indispensable función y el derecho del público
a la información.
VI. Protección de las personas vulnerables
26. No escatimaremos esfuerzos para
lograr que los niños y todas las poblaciones civiles que sufren de manera
desproporcionada las consecuencias de los desastres naturales, el genocidio,
los conflictos armados y otras situaciones de emergencia humanitaria reciban
toda la asistencia y la protección que necesiten para reanudar cuanto
antes una vida normal.
Decidimos, por consiguiente: • Ampliar y reforzar la protección
de los civiles en situaciones de emergencia complejas, de conformidad
con el derecho internacional humanitario. • Fortalecer la cooperación internacional,
incluso compartiendo la carga que recae en los países que reciben refugiados
y coordinando la asistencia humanitaria prestada a esos países; y ayudar
a todos los refugiados y personas desplazadas a regresar voluntariamente
a sus hogares en condiciones de seguridad y dignidad, y a reintegrarse
sin tropiezos en sus respectivas sociedades. • Alentar la ratificación y la plena
aplicación de la Convención sobre los Derechos del Niño 12 y sus protocolos
facultativos relativos a la participación de niños en los conflictos armados
y a la venta de niños, la prostitución infantil y la utilización de niños
en la pornografía 13 .
VII. Atención a las necesidades especiales
de África
27. Apoyaremos la consolidación de
la democracia en África y ayudaremos a los africanos en su lucha por conseguir
una paz duradera, erradicar la pobreza y lograr el desarrollo sostenible,
para que de esa forma África pueda integrarse en la economía mundial.
28. Decidimos, por tanto: • Apoyar plenamente las estructuras
políticas e institucionales de las nuevas democracias de África. • Fomentar y mantener mecanismos regionales
y subregionales de prevención de conflictos y promoción de la estabilidad
política, y velar por que las operaciones de mantenimiento de la paz en
ese continente reciban una corriente segura de recursos. • Adoptar medidas especiales para abordar
los retos de erradicar la pobreza y lograr el desarrollo sostenible en
África, tales como cancelar la deuda, mejorar el acceso a los mercados,
aumentar la asistencia oficial para el desarrollo e incrementar las corrientes
de inversión extranjera directa y de transferencia de tecnología. • Ayudar a África a aumentar su capacidad
para hacer frente a la propagación de la pandemia del VIH/SIDA y otras
enfermedades infecciosas.
VIII. Fortalecimiento de las Naciones Unidas
29. No escatimaremos esfuerzos por
hacer de las Naciones Unidas un instrumento más eficaz en el logro de
todas las prioridades que figuran a continuación: la lucha por el desarrollo
de todos los pueblos del mundo; la lucha contra la pobreza, la ignorancia
y las enfermedades; la lucha contra la injusticia; la lucha contra la
violencia, el terror y el delito; y la lucha contra la degradación y la
destrucción de nuestro planeta.
30. Decidimos, por consiguiente: • Reafirmar el papel central que recae
en la Asamblea General en su calidad de principal órgano de deliberación,
adopción de políticas y representación de las Naciones Unidas, y capacitarla
para que pueda desempeñar ese papel con eficacia. • Redoblar nuestros esfuerzos por reformar
ampliamente el Consejo de Seguridad en todos sus aspectos. • Fortalecer más el Consejo Económico
y Social, sobre la base de sus recientes logros, de manera que pueda desempeñar
el papel que se le asigna en la Carta. • Fortalecer la Corte Internacional
de Justicia a fin de que prevalezcan la justicia y el imperio del derecho
en los asuntos internacionales. • Fomentar la coordinación y las consultas
periódicas entre los órganos principales de las Naciones Unidas en el
desempeño de sus funciones. • Velar por que la Organización cuente,
de forma oportuna y previsible, con los recursos que necesita para cumplir
sus mandatos. • Instar a la Secretaría a que, de
conformidad con normas y procedimientos claros acordados por la Asamblea
General, aproveche al máximo esos recursos en interés de todos los Estados
Miembros, aplicando las mejores prácticas y tecnologías de gestión disponibles
y prestando una atención especial a las tareas que reflejan las prioridades
convenidas de los Estados Miembros. • Promover la adhesión a la Convención
sobre la Seguridad del Personal de las Naciones Unidas y el Personal Asociado
14 . • Velar por que exista una mayor coherencia
y una mejor cooperación en materia normativa entre las Naciones Unidas,
sus organismos, las instituciones de Bretton Woods y la Organización Mundial
del Comercio, así como otros órganos multilaterales, con miras a lograr
criterios perfectamente coordinados en lo relativo a los problemas de
la paz y el desarrollo. • Seguir fortaleciendo la cooperación
entre las Naciones Unidas y los parlamentos nacionales por intermedio
de su organización mundial, la Unión Interparlamentaria, en diversos ámbitos,
a saber: la paz y seguridad, el desarrollo económico y social, el derecho
internacional y los derechos humanos, la democracia y las cuestiones de
género. • Ofrecer al sector privado, las organizaciones
no gubernamentales y la sociedad civil en general más oportunidades de
contribuir al logro de las metas y los programas de la Organización.
31. Pedimos a la Asamblea General
que examine periódicamente los progresos alcanzados en la aplicación de
lo dispuesto en la presente Declaración, y al Secretario General que publique
informes periódicos para que sean examinados por la Asamblea y sirvan
de base para la adopción de medidas ulteriores.
32. Reafirmamos solemnemente, en este momento histórico, que las
Naciones Unidas son el hogar común e indispensable de toda la familia
humana, mediante el cual trataremos de hacer realidad nuestras aspiraciones
universales de paz, cooperación y desarrollo. Por consiguiente, declaramos
nuestro apoyo ilimitado a estos objetivos comunes y nuestra decisión de
alcanzarlos.
8a. sesión plenaria
8 de septiembre de 2000
NOTAS
1 A/55/305-S/2000/809; véase Documentos Oficiales
del Consejo de Seguridad, quincuagésimo quinto año,Suplemento de julio,
agosto y septiembre de 2000, documento S/2000/809.
2 A/CONF.183/9.
3 Véase CD/1478.
4 Protocolo enmendado sobre prohibiciones o restricciones del empleo de
minas, armas trampa y otrosartefactos [CCW/CONF.I/16 (Part I), anexo B].
5 Programa de Acción para el desarrollo sostenible de los pequeños Estados
insulares en desarrollo[Informe de la Conferencia Mundial sobre el Desarrollo
Sostenible de los Pequeños Estados Insulares enDesarrollo, Bridgetown
(Barbados), 25 de abril a 6 de mayo de 1994 (publicación de las Naciones
Unidas,No. de venta: S.94.I.18 y corrección), cap. I, resolución 1, anexo
II].
6 E/2000/L.9.
7 Informe de la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Medio Ambiente
y el Desarrollo, Río de Janeiro, 3 a 14 de juniode 1992 (publicación de
las Naciones Unidas, No. de venta: S.93.I.8 y correcciones), vol. I: Resoluciones
aprobadas por laConferencia, resolución 1, anexo II.
8 Véase Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente, Convenio
sobre la DiversidadBiológica (Centro de Actividades del Programa de Derecho
e Instituciones Relacionados con el MedioAmbiente), junio de 1992.
9 A/49/84/Add.2, anexo, apéndice II.
10 Resolución 217 A (III).
11 Resolución 34/180, anexo.
12 Resolución 44/25, anexo.
13 Resolución 54/263, anexos I y II.
14 Resolución 49/59, anexo.