20/08/2004
Cuando el interés es más caro que el crédito
A. Corbillón
NorteCastilla.es
Las ONGs reclaman que los planes de ayuda al desarrollo dejen de 'hacer política' y lleguen a los más necesitados. Por cada euro que reciben los países pobres en ayuda acaban devolviendo al menos una cifra similar en obligaciones comerciales o en evasión de fondos en paraísos fiscales. Las ayudas al desarrollo, el supuesto compromiso de los organismos internacionales y los países desarrollados para reducir el abismo Norte-Sur entre ricos y pobres, están cada vez más cuestionadas. La misma mano que dice que da, es la que luego lo quita con creces.
Cuando el interés es más caro que el crédito
Las ONGs reclaman que los planes de ayuda al desarrollo dejen de 'hacer política' y lleguen a los más necesitados
LA AYUDA AL DESARROLLO LOS DONANTES
El Objetivo Del 0,7%
Entre los países occidentales solo Dinamarca (0,96%) Noruega (0,89%), Países Bajos (0,81%) y Suecia (0,83%) cumplen este compromiso.
Los Menos Generosos
Estados Unidos es el más tacaño (0,13%), junto a Italia (0,20%), Japón (0,23% y España, Australia y Austria (0,26%).
EL DESTINO
La Politización
Los países occidentales han concentrado sus fondos en países en los que tienen interses (Irak, Afganistán) y han abandonado otros 40 conflictos armados y 35 millones de desplazados.
Compromisos Económicos
Por cada euro que reciben los países pobres en ayuda acaban devolviendo al menos una cifra similar en obligaciones comerciales o en evasión de fondos en paraísos fiscales.
Por Cada Euro Que Entra Se Evade Otro
Las ayudas al desarrollo, el supuesto compromiso de los organismos internacionales y los países desarrollados para reducir el abismo Norte-Sur entre ricos y pobres, están cada vez más cuestionadas. La misma mano que dice que da, es la que luego lo quita con creces. Cada vez resuena menos la lucha por lograr que los Estados desarrollados destinen el 0,7% de su riqueza a los pobres y aumentan las denuncias de organizaciones internacionales que muestran como la 'letra pequeña' ahoga aún más a los que pretende beneficiar.
En el caso concreto de España, el nuevo Gobierno se ha comprometido a pasar del 0,24% actual al 0,33% en el 2006 y al 0,5% en un plazo medio. En total, más de 3.000 millones de eurosen ayudas al desarrollo. Pero da igual la parquedad española, la tacañería de Estados Unidos (0,13%), o la generosidad sueca (0,83%), las cifras de subdesarrollo crecen a la misma velocidad que los déficits y deudas de todo tipo de los países que reciben ayudas.
Para el año 2015, los 191 estados de Naciones Unidas se han comprometido a cumplir los llamados Objetivos del Milenio, una agenda de ocho puntos centrados en la lucha contra la pobreza y la exclusión que sufre más de 2.000 millones de personas. «Los Objetivos del Milenio dejan muy claras las exigencias que deben cumplir los países en desarrollo pero son muy laxos en lo que se refiere a las obligaciones de los más ricos respecto a fechas, compromisos,..», explica Marta Arias, responsable de los campañas de Financiación para el Desarrollo de Intermon.
Los Pobres Devuelven Más
Mientras el Gobierno español anuncia un nuevo Plan Director de Cooperación, un seminario de la Universidad de Verano de El Escorial analizó hace unos días esta agenda bajo el título 'Actuar en la Mundialización. Diez retos, diez propuestas'. Bajo la lupa, las críticas a las actuaciones de los últimos años marcados por el uso 'mercantilizado' de estos programas. Los análisis elaborados por las oenegés españolas son concluyentes. Parece muy difícil que países como Etiopía y Somalia (dos de los más pobres de África) se desarrollen cuando devolvieron a España en acuerdos comerciales más de lo que recibieron en cooperación en el 2003.
Un amplio estudio de la organización Social Watch desnuda esta realidad en la que acusa a los occidentales de «ser juez y parte» y de utilizar la ayuda como instrumento político. España destina su ayuda a «países de renta media y olvida sistemáticamente África», explica la memoria de Intermon 'Ayuda social al desarrollo'. Solo en España, los compromisos de cooperación se reparten entre seis ministerios distintos y muchas veces solo son créditos preferenciales vinculados a la compra de material español (incluidas las armas).
La comunidad internacional no es mejor. A pesar de que en el mundo hay 40 conflictos armados y 35 millones de desplazados, la ayuda global se concentra en una o dos crisis. «Irak es el caso más claro -explica la responsable de Relaciones Institucionales de Médicos sin Fronteras, Consuelo López Zuriaga-. El año pasado, las necesidades humanitarias eran mayores en otras zonas pero las agendas políticas las desviaron hacia este país». Un año antes sucedió lo mismo: todo para Afganistán (lleno de intereses y soldados occidentales), casi nada para otras 23 crisis abiertas. Social Watch rastreó en los datos que España envió a la ONU para concluir que «solo ha hecho aportaciones en tres de las 21 crisis humanitarias declaradas».
Mejor Gobierno
Las ONGs ven con buenos ojos la ronda de la Secretaría de Estado para la Cooperación para escuchar sus aportaciones, pero el cambio tiene 'ida y vuelta'. «Hace falta un planteamiento más amplio y aplicar criterios para hacer un seguimiento de lo que se hace con la ayuda. En otras palabras, mejorar la ayuda pero apoyando el buen gobierno de los países receptores», explica Marta Arias. Y es que, las organizaciones también advierten de que el incremento de fondos de ayuda no ha hecho sino crear expectativas en los países que los demandan, así como una bolsa de corrupción que 'araña' de su destino final importantes cantidades que se pierden por los vericuetos de la emergente lista de gestores locales de la miseria de sus propios conciudadanos.
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