30/06/2003
Países Bajos: Lanzamiento del Informe Social Watch 2003
Sita Dewkalie
Novib-Oxfam Netherlands
El 23 de abril Novib, en colaboración con la Comisión Nacional para el Desarrollo Sostenible (NCDO), presentaron el informe de Social Watch 2003 titulado “Los Pobres y el Mercado” ante el parlamento holandés.
En 1995, durante
la Cumbre Social de Copenhague, 120 jefes de estado y de gobierno juntaron
fuerzas para abordar los temas de pobreza, exclusión y desempleo. Las
organizaciones civiles presentes en la conferencia decidieron seguir de cerca a
sus gobiernos y monitorear el cumplimiento de las promesas. Este hecho señaló el
lanzamiento de Social Watch, una red de 503 organizaciones civiles del norte y
del sur. Cada año, Social Watch publica un informe en el cual cada organización
analiza la situación en su propio país. Novib es miembro de Social Watch y formó
parte de la creación de la iniciativa Social Watch en Copenhague. Muchas de sus
contrapartes son miembros y también contribuye con el financiamiento.
El 23 de abril
Novib, en colaboración con la Comisión Nacional para el Desarrollo Sostenible (NCDO),
presentaron el informe de Social Watch 2003 titulado “Los Pobres y el Mercado”
ante el parlamento holandés. El informe emplea estadísticas y “estudio de casos”
para mostrar el grado de cumplimiento de los países con los objetivos sociales y
económicos acordados en el marco de Naciones Unidas. Asimismo, examina el
progreso de cada país en las áreas de salud, saneamiento, educación y
emancipación o si el estancamiento está afectando el alcance y la calidad de los
servicios y la situación socioeconómica de los grupos desfavorecidos dentro de
la sociedad. En 2003, los temas centrales del informe fueron la privatización de
bienes, servicios y derechos públicos, el rol del Banco Mundial y el Fondo
Monetario Internacional (FMI) y otros bancos de desarrollo, y los efectos de la
privatización de los servicios sociales básicos en los pobres y las mujeres.
Los mercados no
son iguales
Novib opina que
los mercados para el agua, la salud y la educación no iguales a los mercados
para los bienes de producción. Considera que tales mercados no deberían estar
sujetos a las mismas reglas. Los derechos humanos, la justicia social y la
responsabilidad de los gobiernos son cuestiones de vital importancia y juegan un
rol en esos mercados.
Esos bienes
públicos tienen efectos críticos, no sólo en el bienestar de las personas, sino
en el bienestar de toda la sociedad. El acceso al agua potable, por ejemplo, es
de crucial importancia para la situación sanitaria de grandes grupos de
personas.
Privatización del
agua potable en Ghana
La oposición
social a los planes de privatización va en aumento. Para ilustrar este punto,
Novib invitó a Gyeke Tanoh, de su contraparte ghanesa la Coalición Nacional
contra la Privatización del Agua, para que expusiera las consecuencias negativas
de dicha privatización para la población pobre de su país. En Ghana, el plan de
privatización de los sistemas de aguas urbanas y nacionales. El foco de la
discusión se centra en determinar si el agua es un derecho o una mercancía. El
gobierno ghanés estima que cerca del 66% de los residentes urbanos y el 37% de
la población rural pueden, en teoría, acceder al agua potable por cañería. Sin
embargo, resulta que el 78% de los pobres urbanos no tiene prácticamente acceso
al agua potable porque no están conectados al sistema. La mayoría de los
residentes urbanos deben comprar el agua necesaria diariamente a comerciantes
por la que pagan hasta siete veces más que los hogares más ricos. Gayeke Tanoh
observó que la privatización del sector del agua en Ghana implica
fundamentalmente una absorción del sector público por grupos privados o
multinacionales. A éstas últimas se les ofrece un libre acceso y total control
sobre el sector del agua. Más aún, se les dan garantías de ganancias y los
riesgos de variaciones cambiarias o inflación a futuro están cubiertos mediante
la llamada “fórmula automática de ajuste de las tasas de cambio” del FMI.
Inasequible para los pobres
Actualmente, los
sistemas de agua potable están siendo adquiridos por dos compañías, cada una con
un monopolio sobre la parte del sistema que le corresponde. El gobierno está
reduciendo sus inversiones en el sistema de agua potable y también tendrán que
contribuir. El gobierno sigue siendo responsable de las instalaciones que
generan poco ingreso y, por lo tanto, se les garantiza a las compañías los
ingresos de los usuarios del sistema de agua potable a través de la aplicación
de tarifas comerciales. Esto significa que el agua ya no es asequible para los
pobres. La creación de una coordinadora contra la privatización del agua ha
conducido a una creciente oposición. Actualmente, está llevando adelante una
campaña en contra de los planes del gobierno.
Una misión
internacional ha investigado las consecuencias de la privatización, llegando a
la conclusión de que la propuesta no es la mejor opción para el agua potable
asequible, y ha recomendado iniciar un diálogo abierto y consultas con todas las
partes interesadas a fin de alcanzar una propuesta alternativa. En los Países
Bajos, el sector del agua está todavía bajo control del gobierno, pero éste no
aplica las mismas políticas en su relación con los países en desarrollo.
Sita Dewkalie,
Novib
Email:
sita.dewkalie@novib.nl
Asesora en
Políticas, Servicios Sociales Básicos
Novib-Oxfam
Netherlands
NETWORK
No. 3 / Junio 2003
http://www.novib.nl/content/ContentFrame.aspx?PageMode=Article&ID=3812
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