21/03/2003
La ONU no es sólo acerca de Iraq
Shashi Tharoor
Naciones Unidas - Departamento de Información Pública
Las Naciones Unidas existen para encontrar soluciones a través del esfuerzo común de todos los Estados. Es la única organización global indispensable en nuestro mundo globalizado.
NACIONES UNIDAS
– Se supone que el cliché de las noticias televisadas es “si sangra, vende.” Hoy
en día, la radio, la televisión e incluso la prensa escrita parecen estar
trabajando bajo la presunción de que “si fuera a sangrar mañana, debe vender
hoy.” Como resultado, las noticias referidas a Iraq ahogan todo el resto.
A mediados de
enero, con los rumores de guerra en Iraq girando en el edificio, el
Secretario-General de la ONU Kofi Annan convocó a una conferencia de prensa en
su sede. Fue su primera conferencia de prensa en más de un año y el salón estaba
repleto de periodistas internacionales, donde el equipo periodístico de la casa
se vio aumentado por los irregulares itinerantes. Un veterano se puso en pie y
preguntó al Secretario-General: “¿Por qué la ONU se ha vuelto obsesiva con
respecto a Iraq?”.
Con su
afabilidad habitual, Kofi Annan le devolvió la pregunta: “¿Somos nosotros los
obsesionados con Iraq o ustedes?”, preguntó suavemente. “¿No cree Ud. que los
medios de prensa tienen alguna responsabilidad en la medida en que Iraq ha
eclipsado todo el resto de nuestra agenda?”.
Si se
necesitara confirmación del punto de vista del Secretario-General, ésta llegó al
día siguiente, en el relato del New York Times sobre la conferencia de prensa.
El Secretario-General se había extendido sobre una amplia variedad de temas,
desde el cambio climático a los conflictos civiles y desde Chipre hasta Costa de
Marfil, y había invocado las preocupaciones de ONU respecto de la pobreza, el
VIH/SIDA, y el desarrollo africano. El artículo del Times, desplegado en la
página de noticias internacionales, se refería solamente a un tema: Iraq.
Para aquellos
de nosotros cuyo trabajo es hacer a las personas tomar conciencia de los enormes
desafíos que enfrenta el mundo en la actualidad, no podría ser mucho peor. Gran
parte de los cometidos de la ONU requiere despertar las conciencias de los ricos
y los tranquilos en referencia a la difícil situación que viven los pobres y los
pueblos en conflicto. Grandes sectores de la población mundial requieren
desesperadamente de ayuda por parte de las Naciones Unidas para superar los
problemas que no pueden vencer por sí mismos.
La
identificación de la ONU con un solo problema, Iraq, que hacen los medios de
comunicación mundiales, viene en un momento terrible. La guerra civil hace
estragos en Costa de Marfil, y se extiende al Congo, mientras que conflictos de
larga data pueden estar cerca de una solución permanente en Sierra Leona y
terriblemente lejos en Chipre. La ardua tarea de reconstruir la nación continúa
en forma irregular en Afganistán, los Balcanes y Timor Oriental.
Veinte millones
de refugiados y desplazados desde Irán a Liberia y más allá dependen de la ONU
para su alojamiento y socorro. Décadas de desarrollo en África están siendo
aniquiladas por el azote del VIH/SIDA, mientras que los Objetivos de Desarrollo
del Milenio – acordados con mucha fanfarria en la mayor reunión de jefes de
gobierno en la historia de la humanidad, la Cumbre del Milenio de Naciones
Unidas de setiembre de 2000 – van a la zaga del ritmo necesario para llevarlos a
cabo.
Los recursos
necesarios para eliminar la pobreza, para incluir las niñas en la educación,
para promover la salud y el agua potable, simplemente no han estado disponibles
en los niveles requeridos. Ninguno de estos objetivos puede alcanzarse sin el
apoyo de las personas comunes de todo el mundo – los públicos informados que
sostienen la voluntad política de sus gobiernos. Y, sin embargo, se enteran de
muy poco respecto a estos temas, sus débiles ecos pasan desapercibidos entre el
sonar de los tambores sobre Iraq. Los medios tienen una responsabilidad vital en
esto.
En el proceso,
las elevadas aspiraciones que los artífices de la Carta de las Naciones Unidas
se fijaron al crear el organismo mundial de las cenizas de la Segunda Guerra
Mundial, están prácticamente olvidadas. Se le ha dicho al mundo que la
relevancia de la ONU depende de su conducta respecto de un solo problema, Iraq.
Sin duda, lo que suceda en el Consejo de Seguridad en referencia a Iraq es de
vital importancia para el rol de la ONU en el mantenimiento de la paz y la
seguridad mundiales.
Pero cuando
pase esta crisis, el mundo seguirá enfrentando (usando las palabras de Kofi
Annan) innumerables "problemas sin pasaportes" – los problemas de la
proliferación de armas de destrucción masiva, de la degradación de nuestro
ambiente común, de enfermedades contagiosas y de hambre crónica, de derechos
humanos e injusticias humanas, de analfabetismo masivo y desplazamiento masivo.
Estos son
problemas que ningún país, por más poderoso que sea, puede solucionar por sí
mismo, y que son aún la responsabilidad común de la humanidad. Claman por
soluciones que, como los problemas en sí, también cruzan fronteras.
La ONU existe
para encontrar estas soluciones a través del esfuerzo compartido de todos los
Estados. Es la única organización global indispensable en nuestro mundo
globalizado. Mi llamado a los medios es simple: no corramos el riesgo,
reduciendo su valor a un solo tema, de privarnos del único instrumento efectivo
que el mundo dispone para enfrentar los desafíos que seguirán estando presentes
una vez que Iraq haya desaparecido de los titulares.
[Shashi Tharoor
es el Subsecretario-General de la ONU para las Communicaciones e Información
Pública y autor, más recientemente, de la novela “Riot” (Disturbio).]
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