06/03/2006
Social Watch en el Forum Social Mundial 2006: de Bamako a Caracas
Social Watch
Ver el artículo sobre las actividades realizadas por Social Watch en el VI Foro Social Mundial Policéntrico que tuvieron lugar en Bamako (Malí) y en Caracas (Venezuela) en enero de 2006.
Social Watch en el Forum Social Mundial 2006: de Bamako a Caracas
Este año el Foro Social Mundial (FSM)
se realizó de forma policéntrica en Caracas (Venezuela) y Bamako (Mali). Se
estima que a Caracas llegaron alrededor de unos 10.000 participantes del
exterior
y que asistieron varias decenas de miles de venezolanos
y que en Bamako se concentraron unos 30.000 participantes africanos y europeos
provenientes de 217 países. Social Watch estuvo presente tanto en Caracas (del
24 al 29 de enero) como en Bamako (del 19 al 23 de enero), y si bien las
experiencias fueron casi simultáneas y en el marco del FSM cada contexto tuvo su
particularidad. En Caracas se destaca la participación de “watchers” (se
llama watchers a los miembros de Social Watch)
de Brasil y México, y en Bamako de “watchers” de Benin, Kenia y Tanzania.
En Caracas, se organizaron tres talleres y el Lanzamiento del Informe 2005 de
Social Watch y se participó de la Marcha de apertura del Foro junto a las redes
de mujeres REPEM y Dawn llevando las premisas de “educación para la inclusión”.
En Bamako también se participó de la gran marcha inicial donde se destacaban
consignas tales como:
-
la
agricultura africana precisa una protección eficaz;
-
valoricemos
la medicina tradicional;
-
consumamos
lo que producimos;
-
no al
dictamen del Banco Mundial y el Fondo Monetario;
-
la
anulación de la deuda puede resolver efectivamente el problema de la pobreza.
El 21 de enero en el Memorial Modibo Keita tuvo lugar el Taller de Social Watch
en Bamako que discutió sobre el Control Ciudadano y la Acción Pública en
África desarrollando especialmente el caso de las organizaciones de la
sociedad civil de Benin. En el mismo la delegación de Social Watch exhortó a los
participantes a desarrollar procesos de Control Ciudadano de Acción pública en
sus respectivos países.
El 26 de enero se llevó a cabo el Taller el uso de indicadores sociales: la
experiencia de Social Watch. El taller se realizó en la Escuela de
Administración y fue coordinado por Daniel Macadar y Mariana Cabrera
(investigadores del Equipo de Ciencias Sociales de Social Watch), en el mismo
participaron unas 50 personas provenientes de diversos países (fundamentalmente
de América Latina pero también de Europa y Asia). El debate se centró en la
utilidad del uso de indicadores sociales y de los dilemas a los que se enfrenta
en relación a las definiciones y criterios técnicos que se deben de tener en
cuenta ante la elección y elaboración de indicadores. En este sentido, se
compartió la experiencia de Social Watch en la construcción de sistemas de
indicadores alternativos y la pertinencia del enfoque de Derechos Económicos
Sociales y Culturales (DESC) en la elaboración de los Informes Anuales de Social
Watch.
Se compartieron las discusiones y pasos previos de la elaboración de los índices
de Social Watch, es decir el Índice de Capacidades Básicas y el de Equidad de
Género (ICB e IEG). Estos índices, están en sus primeras etapas de desarrollo,
aportan una mirada complementaria para evaluar los logros de los países en
términos de desarrollo social a la luz de los compromisos asumidos con sus
ciudadanos en la erradicación de la pobreza y el cumplimiento de los derechos
humanos. La discusión en el Taller fue enriquecedora y útil para determinar los
límites y potenciales que tienen éstos Índices. En el análisis del campo de las
discriminaciones y las inequidades que afectan a las sociedades latinoamericanas
los participantes plantearon la importancia de que en el futuro Social Watch
pudiera desarrollar índices relacionados además con la equidad racial y étnica,
aspectos que resultan relevantes al menos para América Latina.
El mismo día Social Watch Brasil, organizó un taller sobre Campaña contra el
Racismo, coordinado por Fernanda Carvalho y que tuvo lugar en Parque Central
de Caracas. En este taller se compartió la experiencia de la Campaña contra el
Racismo que se está llevando a cabo en Brasil y se contó con la participación de
unas 80 personas que debatieron sobre la problemática a nivel regional.
Ver más información (en
Portugués)
El 27 de enero Social Watch llevó a cabo en Caracas el taller sobre Pobreza y
Derechos Humanos junto a REPEM (Red de Educación Popular entre Mujeres) y
Dawn. Las tres redes consideraron como una de las prioridades de su agenda el
análisis de la pobreza desde una perspectiva de derechos humanos, especialmente
desde el marco que brindan los DESC. El objetivo de este taller fue explorar
participativamente el fenómeno de la pobreza más allá de la falta de ingresos,
como un fenómeno multidimensional, complejo y en muchos casos como la
consecuencia de vacíos estructurales de los gobiernos y el no cumplimento de sus
obligaciones en materia de DDHH (tratados internacionales así como leyes
nacionales) y acuerdos internacionales.
Este taller contó con varias expositoras y se dividió en dos sesiones. Durante
la primera sesión, Areli Sandoval (Equipo Pueblo, México y punto focal de SW en
México) y Graciela Dede (Equipo de Investigación de Ciencias Sociales del
Secretariado Internacional de SW, Uruguay) presentaron en grandes rasgos las
distintas metodologías utilizadas para medir y evaluar la pobreza como un estado
de situación de los grupos sociales o comunidades, entre ellas se destaca las
Líneas de Pobreza del Banco Mundial, el Método de las Necesidades Básicas y los
aportes realizados por Amartya Sen en este sentido. A su vez esta exposición
intentó vincular a la pobreza como el resultado de violaciones de derechos
humanos y la falta del cumplimiento de las obligaciones en esta materia por
parte de los Estados.
En una segunda etapa del taller se contó con la presentación de Iara
Pietricovsky (INESC, Brasil y Punto Focal de SW en Brasil) sobre las
implicancias de los modelos de desarrollos de los países, la comunidad
internacional y el Comercio como uno de los paradigmas de desarrollo y la
vinculación directa que existe con el no-cumplimiento y respeto de los derechos
humanos por parte de las grandes corporaciones transnacionales. Finalmente
Iliana Pereyra de REPEM presentó a la discriminación como una de las causas de
de las distintas situaciones de la pobreza. Se manejó el concepto de la suma o
sobreposición de estas discriminaciones como potenciador de la pobreza. Otro
concepto que resultó de la exposición fue el de “ciudadanía restringida”, por
ejemplo en el caso de las mujeres que muy habitualmente sufren discriminaciones
que no les permite desarrollar sus potenciales ni disfrutar sus libertades o una
vida digna.
Luego de estas exposiciones se abrió la discusión a los participantes para que
todas y todos pudieran aportar sus conocimientos, experiencias y enfoques con
respecto a la pobreza. Para Social Watch resultó muy positiva esta discusión ya
que hubo una presencia muy numerosa de participantes y redes cuyos aportes
colaboraron en la construcción de un mapa complejo de las causas, afectaciones y
consecuencias de la pobreza. A propuesta de REPEM se rescató fuertemente el
concepto de interseccionalidad de las agendas de los diferentes movimientos y
redes como una estrategia que necesariamente deberá potenciarse y desarrollarse
más allá de los encuentros del Foro Social Mundial u otros foros de la sociedad
civil. Entre las redes y organizaciones presentes se puede mencionar entre otras
a HIC América Latina, Amnistía Internacional- Sección Uruguay, PROVEA, ILSA,
INESC, Fórum Estadual Mulheres Negras de Brasil, PIDHDD, UNMP-R Mujer Habitat
Brasil. Esta exploración, investigación y discusión es fundamental para
reconceptualizar los criterios que definen la pobreza y por lo tanto poder tener
en cuenta el análisis de todas estas dimensiones a la hora de incidir en las
políticas sociales que llevan a cabo los gobiernos para la erradicación de la
pobreza.
El 28 de enero tuvo lugar el Lanzamiento del Informe 2005 de Social Watch
en el Hotel Caracas Hilton, en el mismo participaron miembros del Secretariado
Internacional de Social Watch e integrantes de los grupos nacionales de Social
Watch de Brasil y México y asistieron unas 150 personas. El Informe 2005
“Rugidos y Murmullos. Género y Pobreza: más promesas que acciones“ es un
instrumento de contralor, que pretende reinterpretar datos de la situación
social, y dar así otra lectura de la “realidad”.
Integra nuevos indicadores sociales, releva los avances y retrasos de los
gobiernos en relación a los compromisos internacionales. Es importante resaltar
que integra la perspectiva de Derechos humanos en su análisis y el esfuerzo de
elaboración de indicadores como el Índice de Capacidades Básicas (ICB) y el
Índice
de Equidad de Género (IEG)
permite la comparabilidad entre los países, y da la posibilidad de rankearlos.
El Índice de Capacidades Básicas propone ir más allá de la dimensión única del
ingreso y evaluar varios indicadores de las distintas capacidades de la
población en los ámbitos esenciales de la salud y la educación asociadas con el
desarrollo social y para las cuales se fijaron objetivos internacionales. El ICB
fue originalmente desarrollado por Social Watch Filipinas para vigilar a los
gobiernos locales y se basa en tres indicadores: el número de partos atendidos
por profesionales de la salud, la mortalidad de niños menores de cinco años y la
cantidad de niños que permanecen en el sistema escolar hasta quinto grado. Al
fusionar en un único número estos tres indicadores de fácil acceso en todos los
países, el ICB hace posible comparar situaciones y sacar conclusiones globales.
Es compatible con los sistemas estadísticos nacionales e internacionales y puede
obtenerse mediante cálculos sencillos.
El IEG permite
medir el grado de equidad de género en los distintos países, sin conexión alguna
con el promedio de desarrollo socioeconómico de la población. Por su parte, el
Índice de Desarrollo relativo al Género (IDG) creado por el Programa de las
Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) utiliza las dimensiones del Índice de
Desarrollo Humano al tiempo que incorpora las diferencias entre varones y
mujeres en cada una de las variables y dimensiones que lo componen: salud,
educación e ingreso. Las diferencias entre el IEG y el IDG hacen que algunos
países puedan estar clasificados de forma muy disímil según uno u otro. El IEG
incluye la dimensión de empoderamiento, que en el caso de PNUD se presenta a
través de un índice específico, el Índice de Potenciación de Género.
El problema de
la exclusión de las mujeres en América Latina es multidimensional y se ve
agravado por el efecto multiplicador de la desigualdad que actualmente es una de
las mayores problemáticas sociales en el continente. Ser mujer, de provincia, y
descendiente de poblaciones originarias o afro, suelen ser aspectos que agravan
la situación de las mujeres latinoamericanas, que aunque han mejorado su acceso
a la educación recientemente esto no se traduce en un mejor acceso al mercado de
trabajo, ni a un mayor acceso a los centros de toma de decisión (o sea al ámbito
político). Michele Bachelet, recientemente elegida presidenta de Chile es en
todo el sentido del término una excepción a la regla.
El Informe
2005, deja en evidencia que la exclusión de las mujeres es muy visible en el
ámbito político. A pesar de ser más de la mitad de la población mundial en
promedio, solo 15% de los parlamentarios del mundo son mujeres.
Este Informe
pretende ser un instrumento que las organizaciones de la sociedad civil pueden
usar para incidir en las políticas públicas a nivel nacional y local, así como
en los espacios de toma de decisiones globales como Naciones Unidas. En resumen,
es un informe alternativo con perspectiva de género y de derechos y pretende
empoderar a las organizaciones de la sociedad civil y los movimientos sociales
en sus esfuerzos por contribuir a otro mundo.
El Informe de
2005 es el décimo Informe de Social Watch y el concepto esencial no ha variado:
nuestros gobiernos asumieron compromisos y ciudadanos y ciudadanas tienen el
derecho y la responsabilidad de exigir a los gobiernos: mayor transparencia,
rendición de cuentas de sus promesas, y generar espacios de participación de la
sociedad civil para la discusión y definición de las políticas publicas. Lo que
si varió en esta décima edición del Informe, son las herramientas que utilizamos
y la amplitud de la red. En base a las conclusiones que arrojan los análisis de
los Índices de Social Watch y de los Informes Nacionales de los Grupos de Social
Watch, podemos afirmar que:
·
Las promesas siguen en gran medida sin cumplirse.
·
Las metas al 2015 (ODM) no sólo son “light” ya que plantean metas mínimas y no
apuntan a los factores estructurales del desarrollo, sino que además no se
cumplirán en América Latina que haya cambios drásticos en las políticas.
·
América Latina es el continente más desigual del planeta y lo que es peor las
desigualdades se potencian entre sí.
En este sentido
algunas de las recomendaciones que propone Social Watch en el Informe consisten
en que:
a) Los gobiernos deberían asumir el compromiso de erradicar la pobreza y
conquistar la justicia social. Esto requiere:
ü
que reafirmen la convicción de que es posible erradicar la pobreza, como lo
hicieron hace 10 años en Copenhague;
ü
el compromiso de erradicar la pobreza en todos los países para 2025, siendo la
pobreza definida dentro de cada país en base a las diferentes realidades
nacionales;
ü
el compromiso de que las estrategias nacionales para erradicar la pobreza se
definan en cada país para 2007, elaboradas a partir de un proceso transparente y
consultivo, en el cual participen activamente los pobres;
ü
la implementación de políticas para reducir las desigualdades, incluyendo el
acceso universal a los servicios sociales públicos fundamentales y de calidad;
políticas impositivas redistributivas; el respeto por las normas laborales
fundamentales;
ü
el cese de las políticas de privatización y “liberalización” que conducen a la
concentración de los recursos públicos en un número cada vez menor de personas,
a menudo extranjeras;
ü
el fortalecimiento de los requisitos de información y revisión del Pacto de
Derechos Económicos, Sociales y Culturales para asegurar revisiones más
frecuentes y completas del cumplimiento, por parte los Estados, de las
obligaciones en materia de derechos humanos que tienen ante sus ciudadanos.
b) Los
gobiernos deberían promover estrategias de desarrollo basadas en las necesidades
y la experiencia de la gente. Esto requiere:
ü
que fortalezcan el proceso de elaboración;
ü
transparencia en el proceso para establecer estrategias nacionales de
desarrollo;
ü
la efectiva participación de la sociedad civil y la rendición de cuentas ante
los parlamentos nacionales;
ü
reformas agrarias y aguarías para asegurar que los agricultores, pescadores y
otras comunidades rurales tengan el acceso, el control, la propiedad y la
gestión de los recursos productivos. Se debe prestar especial atención a que las
mujeres puedan mantener el control y el acceso sobre los recursos.
c) Los gobiernos deberían reconocer plenamente la centralidad de la igualdad o
la equidad de género para que toda estrategia de desarrollo pueda prosperar.
d) Los gobiernos deberían garantizar un aumento sustancial de los niveles de
ayuda para que las estrategias de desarrollo adoptadas puedan implementarse.
Esto requiere al menos el compromiso de cada gobierno donante de brindar al
menos el 0,7% del INB, para 2015 a más tardar.
e) Los
gobiernos deberían adoptar medidas que, de una vez por todas, eliminen los
niveles insustentables de deuda a todos los países en desarrollo de bajos y
medianos ingresos. La sustentabilidad de la deuda debe ser medida, entre otros
elementos, frente a las necesidades de los países endeudados para alcanzar los
ODM.
Las
recomendaciones sobre los temas de deuda y comercio del Informe de Social Watch
fueron presentadas por Iara Pietricovsky (INESC, Brasil) quien desarrolló un
amplio y critico análisis sobre la situación de los gobiernos progresistas en
América del Sur y un detallado informe sobre la situación de los procesos de
integración y el estado de transferencias netas de recursos por parte de los
países latinoamericanos.
Ver presentación
de Iara Pietricovsky
(en Portugués).
Por otra parte la delegación de Social Watch en Bamako recomendó en ocasión del
encuentro con J.Sachs que se incluyera a la sociedad civil en la puesta en
práctica del proyecto Pueblos del Milenio (Villages du Millénaire) que afecta a
10 pueblos africanos y alertaron sobre el riesgo de la entrada de lo organismos
geneticamente modificados en el continente en el marco de los aportes de
semillas que podría hacer este tipo de proyectos. También se hizo entrega del
Informe de Social Watch de Benin al que Sachs respondió instando a Social Watch
a hacer presión sobre los gobiernos europeos y de Estados Unidos para financiar
el cumplimiento de los ODM. En este sentido, el Informe 2005 de Social Watch
levanta las metas del Milenio y propone una seria de recomendaciones que va más
allá de los objetivos trazados por los gobiernos en el seno de Naciones ya
detalladas.
Huguette Akplagan-Dossa (Social Watch, Benin) resalta que una de las
particularidades de Bamako fue la participación masiva de organizaciones de
mujeres que provenían de todas las regiones de Africa y de otros continentes.
Ver Informe de Bamako y
Presentación (en Francés).
Mientras que en Caracas una característica ineludible fue la fuerte impronta
chavista dada tanto por muchos de los participantes como por el propio Hugo
Chávez al participar activamente en las actividades del FSM.
Desde las
primeras ediciones del FSM,
Lula fue el icono político por excelencia, y era esperado en Porto Alegre con el
entusiasmo de la mayor parte de los participantes. Los primeros en plantear
resistencias a las conferencias de Lula en el V FSM fueron los propios
activistas de Brasil que ya acumulaban frustraciones, después de las
expectativas iniciales. Actualmente, Lula se ha ¨satanizado¨ por ser el icono de
las frustraciones de las corrientes de izquierda de la región. Y en el VI FSM y
II Foro de las Américas de Caracas, el único icono político fue Chávez, que
aunque había dado conferencias en Foros anteriores no había capitalizado todo el
protagonismo político de este espacio. El FSM por naturaleza es político y por
su propia definición en la Carta de Principios es apartidario e independiente de
los gobiernos. Desde la propia consigna de ¨Otro Mundo es Posible¨ su
posicionamiento es político. Los actores que conforman este espacio y los que
organizan actividades autogestionadas son actores no estatales, pero al ser
actores sociales son políticos por definición.
Un tema común entre los FSM fue la dificultad de poder participar en varias
actividades por día ya que la dispersión de lugares de reunión y la magnitud de
las distancias dificultaban la movilidad. Es por esta razón que cualquier nota
sobre Bamako o Caracas es por definición parcial, ya que la propia
territorialidad del FSM hace que cualquier mirada sea limitada.
Sin embargo, el potencial del FSM se mantiene aunque las debilidades
estructurales de este espacio no son pocas. Esperamos que Nairobi 2007 sea la
consolidación del FSM como un actor político conformado por organizaciones y
movimientos sociales que se encuentran en un espacio global para hacer oír las
voces de descontento del modelo actual y de búsqueda de alternativas para un
mundo más inclusivo y con menos injusticia social.
Notas:
Este artículo
fue elaborado por Cecilia Alemany en base a los aportes de: Graciela Dede,
Daniel Macadar y Mariana Cabrera (Caracas) por un lado, y por otro lado de
Huguette Akplogan Dossa, Innocentia Guedegbe y Kivi Bonaventure en relación a
Bamako. No representa la posición de Social Watch en relación al FSM 2006 sino
que recoge impresiones de participantes miembros de la red.
Se trató del VI Foro Social Mundial y el II Foro Social de las Américas.
Las delegaciones más importantes luego de la venezolana, fueron las de Colombia
y Brasil.
Las estadísticas preliminares plantean que: hubieron unos 19.000 delegados de
organizaciones sociales inscriptos y más de 50.000 participantes individuales en
Caracas.
Véanse las Recomendaciones del Informe 2005, en las páginas 18 a 24 de la
versión en español. Disponible en:
http://www.socialwatch.org/es/informeImpreso/index.htm
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