2005
Los ODM en la región árabe: una herramienta y un desafío
Arab NGO Network for Development (ANND)
Los países árabes enfrentan su propia serie de obstáculos en la campaña por los Objetivos de Desarrollo del Milenio. Los informes nacionales sobre los ODM destacan la falta de estadísticas de la pobreza en muchos países de la región y señalan que los prejuicios arraigados contra las mujeres exigirán cambios drásticos para alcanzar la equidad de género. Las organizaciones de la sociedad civil deben desempeñar un papel activo en la campaña por los ODM, especialmente con relación a la formulación y la planificación estratégica de las políticas.
Introducción
Todos los
países árabes suscribieron la Declaración del Milenio y se comprometieron a
cumplir los Objetivos de Desarrollo del Milenio (ODM) para 2015. También
participaron en la preparación de los informes nacionales sobre los ODM (IODM),
con la publicación de 18 informes hasta mayo de 2005.
La región
árabe enfrenta numerosos obstáculos específicos relativos al cumplimiento de los
ODM. Con frecuencia las políticas de desarrollo no son una prioridad para los
estados árabes pues quedan opacadas por la compleja dinámica política de la
región. Los países árabes se han dedicado por mucho tiempo a las causas de la
liberación nacional y a las políticas anticoloniales en la región, a la vez que
dejaron de lado la necesidad de las agendas de desarrollo nacionales basadas en
las necesidades y prioridades locales. Los líderes y las autoridades árabes no
consideran que el fortalecimiento de los procesos democráticos y de las
políticas de desarrollo sostenible en el plano local puedan enriquecer y
respaldar la soberanía en los planos regional e internacional. La región árabe
posee cuantiosos recursos para generar el desarrollo. Sin embargo, los
conflictos regionales y nacionales inutilizan estos recursos. En este contexto,
y mientras el conflicto palestino-israelí y la ocupación de Irak continúan, la
mayoría de los estados árabes están estancados o en situación de deterioro, con
una sociedad civil débil y reprimida, un escaso desarrollo humano y tendencias
socioeconómicas a la baja.
Diez años
después de la Cumbre Mundial sobre Desarrollo Social celebrada en 1995 en
Copenhague, las organizaciones de la sociedad civil (OSC) de la región árabe
siguen exigiendo lo mismo que pretendían al cierre de esa Cumbre. En una
declaración que divulgaron en Copenhague, las OSC árabes participantes de la
Cumbre subrayaron que los procesos de decisión y las declaraciones realizadas
durante la Cumbre no contaron con la participación de representantes oficiales
de los países ni de la sociedad civil. Las mismas se negaron a considerar que la
participación de las OSC en la Cumbre implicaba su consentimiento y su respaldo
los resultados. También creían que la Cumbre era contraria a sus objetivos y no
atendía los motivos y responsabilidades reales detrás de la pobreza, la
marginación y demás males sociales,
por lo cual su declaración exigía:
·
la consideración de los problemas sociales nacionales dentro del contexto
mundial
·
el análisis de las causas de los problemas de desarrollo, tales como la
repercusión de las políticas de ajuste estructural, las políticas financieras y
el sistema internacional de comercio
·
el reconocimiento de la cancelación de las deudas como un derecho de los países
en desarrollo
·
la redefinición del concepto de libre comercio y los mercados abiertos
·
la consideración de las necesidades laborales y la libertad de movimiento de los
trabajadores
·
el reconocimiento de los problemas ambientales como un tema Norte-Sur, ya que
los países en desarrollo se están transformando en un basurero para los residuos
de los países desarrollados
·
la prioridad de la democracia, los derechos de la mujer y la cultura como
elementos fundamentales del proceso de desarrollo
·
la reforma urgente de las Naciones Unidas y sus organismos.
El presente
informe analiza los ejemplos de actividades logradas hasta la fecha en la
campaña por los ODM en la región árabe, incluidos los IODM. Se concentra en la
información sobre los indicadores de pobreza y de género, en vista de la Cumbre
de Copenhague y la Conferencia de Beijing de 1995, y discute la manera en que
los IODM árabes tratan el ODM 8. Además, el informe considera los papeles de
diversos actores, incluidos los gobiernos, organizaciones multilaterales, OSC y
organismos de la ONU.
Actividades
por los ODM hasta la fecha
En general, la
movilización de la campaña por los ODM en la región árabe comenzó tarde. Hasta
2004 todas las gestiones por los ODM se habían concentrado en los IODM. Eso solo
dejó un año para realizar otras actividades antes de la evaluación sobre lo
avanzado, en la Cumbre Especial sobre los ODM que celebrará la Asamblea General
de las Naciones Unidas en septiembre de 2005. Los siguientes factores se
consideraron esenciales para que el proceso de ODM pueda prosperar:
·
localizar los indicadores e integrar las metas a las políticas nacionales
·
establecer y realzar el trabajo en red y la coordinación de las instituciones de
gobierno, los organismos de la ONU y las OSC
·
supervisar los avances y realzar la capacidad para reunir y procesar la
información
En este
contexto se organizaron distintas actividades y proyectos para generar
conciencia y movilizaciones con el fin de cumplir los ODM. Entre esas
actividades hay talleres de organismos de la ONU, OSC e instituciones
gubernamentales, así como informes, campañas de concientización, proyectos
piloto e iniciativas para construir coaliciones.
Con frecuencia
los talleres nacionales y regionales de sobre los ODM incluyeron a participantes
del gobierno, el Parlamento, la sociedad civil, la prensa, la enseñanza
superior, los institutos de investigación y los organismos de la ONU. Su
cometido era presentar y evaluar los IODM, analizar los procesos y metodologías
de costos, y discutir los obstáculos y oportunidades relacionadas con los ODM en
la región árabe.
En Líbano se
elaboró una agenda de implementación basada en un IODM preparado con la ayuda de
la sociedad civil. Asimismo se organizó una serie de consultas entre el
gobierno, las OSC y los organismos de la ONU que incluyó una sesión con el
Parlamento donde se redactó el proyecto de una estrategia contra la pobreza. En
Marruecos se presentó un proyecto piloto para integrar la perspectiva de género
a los ODM y así fomentar la igualdad en la educación de las mujeres y las niñas.
En Jordania
una organización no gubernamental (ONG) inició un proyecto piloto llamado
Jemstone Network para generar conciencia sobre los ODM. Su propósito es reclutar
y entrenar a un pequeño equipo de voluntarios del desarrollo que visitarán las
comunidades y explicarán cómo se aplican los ODM a la vida diaria. En Túnez la
ONU, en coordinación con el sector privado y algunas OSC, utilizó un enfoque
creativo para generar conciencia mediante la Caravana del Milenio.
Otras
iniciativas incluyen a las coaliciones de OSC que defienden los ODM a nivel
subnacional en Egipto. También en Djibouti el Equipo de la ONU en el país está
realizando un proyecto piloto en una escuela primaria en aras del ODM 2 (Lograr
la enseñanza primaria universal), el ODM 3 (Promover la igualdad entre los
géneros y el empoderamiento de la mujer), y temas de higiene y saneamiento.
Varias
actividades estuvieron dirigidas a lograr la participación de legisladores en el
proceso de los ODM. En Marruecos se redactó un documento titulado El respaldo
del PNUD al Parlamento - Etapa II, con el propósito de mejorar la capacidad
y el conocimiento de los legisladores y comités sobre los ODM para que éstos
pudieran participar con eficacia en el proceso legislativo, ejercer mejor la
supervisión y aumentar los aportes ciudadanos al proceso democrático. La oficina
del PNUD en Mauritania logró que los legisladores participaran del proceso para
incorporar los problemas de la pobreza y los ODM en la formulación de las
políticas públicas.
Varias de las
actividades están dirigidas a los jóvenes para incorporar sus temas a la campaña
de los ODM, tales como conferencias y talleres en universidades referidos a los
ODM y sus mecanismos de movilización.
Estas
actividades relacionadas con los ODM son una muestra de los proyectos
emprendidos en la región árabe. La mayoría de los esfuerzos se limitan a
proyectos piloto y no se han implementado en gran escala. Tampoco se realizó un
seguimiento de las actividades implementadas y existe una falta de coordinación
entre los esfuerzos de la campaña. Es así que los proyectos están aislados de
las políticas y los programas nacionales. Los esfuerzos se concentraron
principalmente en la generación de conciencia, aunque los actores no comenzaron
aún la etapa de acciones de la campaña a través de la cual los proyectos
mensurables pueden conducir a un cambio real.
Los proyectos
deberán adoptarse a mayor escala, con el apoyo de los gobiernos e integrados a
las políticas nacionales. Hasta la fecha los IODM no se han utilizado como
instrumentos para la elaboración de políticas y estrategias, o como medios de
evaluación, ni para fijar puntos de referencia o planificar para el futuro.
Incluso cuando se prepararon los IODM utilizando un enfoque participativo, como
sucedió en Líbano, no se desarrollaron como planes nacionales de trabajo
integrales. En Líbano, durante las sesiones de consulta con los legisladores
(las personas que supuestamente están al mando de la elaboración de las
políticas nacionales sobre los ODM) solamente participaron tres de los 128
integrantes del Parlamento.
IODM
nacionales
Dieciocho
países árabes redactaron IODM: Territorios Palestinos Ocupados y Arabia Saudita
en 2002; Bahrein, Djibouti, Kuwait, Líbano, Marruecos, Yemen, Comoras y Siria en
2003; Jordania, Emiratos Árabes Unidos, Argelia, Sudán y Túnez en 2004; Omán en
2005; Egipto primero en 2002 y después en 2005,
y el informe borrador de Somalia en 2004.
Aunque una
cantidad importante de países elaboraron informes, la mayoría fueron preparados
exclusivamente por organismos gubernamentales en colaboración con organismos de
la ONU, con escasa o nula participación de la sociedad civil. Las OSC de Líbano
participaron en la preparación del IODM nacional, pero otros países no
incluyeron a este sector en el proceso. Por consiguiente, los informes pecan de
optimismo acerca de los avances logrados hasta la fecha y con respecto a los
indicadores de los ODM. Asimismo, son instrumentos débiles para medir el avance
logrado en los ODM y para planificar actividades futuras para realizar los
objetivos.
ODM 1:
Erradicación de la pobreza extrema y el hambre
La pobreza es
un problema central del proceso de desarrollo y afecta a la mitad de los ODM.
Aunque los ODM se dedican específicamente a la pobreza extrema, los IODM árabes
solo hacen un esbozo de la misma. Sin embargo, sería útil abordar la situación
general de la pobreza en cada país. Eso es particularmente importante en los
estados árabes, donde existen altísimas proporciones de pobreza y hambre.
Algunos
factores incluidos en otros ODM, como la educación y el desempleo, afectan a la
pobreza, al igual que el crecimiento económico y las reformas de ajuste
estructural. Los IODM deben abarcar estos factores, así como las disparidades
geográficas y regionales, para poder estudiar y combatir la pobreza de manera
integral y eficaz. Por un lado, el abordaje de estos factores económicos más
amplios podría generar un cambio real en profundidad. Pero por el otro,
lamentablemente, los factores podrían utilizarse como excusa para declarar que
la pobreza es un obstáculo insuperable.
Por lo tanto
es fundamental que los IODM evalúen las responsabilidades y el nivel de
rendición de cuentas ante los compromisos. En algunos casos, la responsabilidad
por las deficiencias y las medidas erróneas del pasado se extiende a las
autoridades supranacionales, o sea a las autoridades económicas y monetarias que
fomentaron la instrumentación de las reformas de ajuste estructural responsables
de las consecuencias desastrosas para el nivel nacional de vida.
De esta manera, también es importante examinar las repercusiones de los
programas y las políticas de las instituciones internacionales en el desarrollo
y la pobreza nacionales y locales.
En los IODM
árabes se utilizaron varios indicadores para medir la pobreza, como el indicador
de USD 1 diario, el indicador de USD 2 diarios, el método de la línea de pobreza
nacional y el indicador de la pobreza humana. El indicador de USD 1 al día fue
utilizado por nueve de los 18 países, el indicador de USD 2 al día por cuatro
países, la línea de pobreza nacional por 15 países, y el indicador de la pobreza
humana
por 15 países. En general, los países árabes carecen de las estadísticas y los
datos comparativos suficientes y necesarios para identificar tendencias
significativas. Por ejemplo, la mayoría de los IODM árabes aseguran que no
existe pobreza extrema en la región. El IODM de Arabia Saudita ni siquiera
identifica la proporción de pobreza. En cambio, calcula el desempleo en 15% y se
refiere a las “bajas tasas de pobreza extrema”.
Muchos países
árabes no adoptaron ni llegaron a una definición adecuada de la pobreza o de los
pobres. Líbano intentó establecer un indicador de la calidad de vida llamado
“Índice de Condiciones de Vida”, que incluía 11 indicadores sobre vivienda, agua
y saneamiento, educación e indicadores relacionados con el ingreso. Se utilizó
para clasificar a las personas y los hogares en cinco categorías de condiciones
de vida: muy baja, baja, intermedia, alta y muy alta. Social Watch también está
en proceso de elaborar un indicador de la calidad de vida,
subrayando la necesidad de mejorar los esfuerzos en este ámbito dada la
importancia de la existencia de buenos indicadores para enfrentar los asuntos de
la pobreza. De manera acorde, con fines analíticos y comparativos sería útil que
cada IODM incluyera un anexo explicando los pormenores del indicador adoptado.
El índice de
Gini, que posee la ventaja de representar las desigualdades generales de la
riqueza en una única cifra, no se puede utilizar con seguridad para estudiar la
pobreza en los países árabes porque los datos están incompletos o son inexactos.
Tampoco se puede estudiar con seguridad la brecha de pobreza existente dada la
falta de datos sobre la proporción de la pobreza y la distribución del ingreso.
A los IODM árabes también les faltan datos desglosados sobre la pobreza, aunque
sería de utilidad poder ver las cifras desglosadas por región para comprender
mejor las desigualdades en la riqueza.
El Banco
Mundial calculó
los valores de la pobreza en la región del Medio Oriente y el Norte de África
(MONA)
en 2,3% en 1990, mediante el método de USD 1 por día. La cifra había aumentado a
2,4% para 2000. Los ODM exigen que la proporción se reduzca a la mitad, a 1,2%
para 2015. Según estas cifras, en la región de MONA hay menos pobreza que en
Asia Oriental y el Pacífico, América Latina y el Caribe, Asia Meridional y
África Subsahariana. Sin embargo, si la tendencia no cambia, en los próximos 10
años la región se alejará del objetivo en lugar de aproximarse al mismo.
El Banco
Mundial solo logró analizar siete países árabes mediante el indicador de USD 1
por día. Ese indicador debe utilizarse con cautela ya que la mayoría de los
países árabes son países de medianos ingresos. Tampoco resulta útil para medir
la pobreza en los seis países del Consejo de Cooperación del Golfo (CCG), considerados
países de altos ingresos.
De acuerdo con
las cifras de los nueve IODM árabes que utilizan el indicador de USD 1 por día,
7,4% de la población de esos países vive con menos de USD 1 por día, y esos
nueve países corresponden a 62,4% del total de la población de la región árabe.
Esta cifra es sensiblemente superior a la cifra internacional de 2,4% que
presentara el Banco Mundial.
De acuerdo con
el indicador de la línea de pobreza que se utilizó en 15 IODM,
23% de la población de la región árabe vive por debajo de la línea de pobreza.
Pero cuando se toma en cuenta el indicador de la Pobreza Humana, que se utilizó
también en 15 IODM, 27,1% de la población de la región árabe es pobre.
Gráfico 1.
Nota: con el
fin de considerar las tendencias en la proporción de la pobreza, la información
solo está disponible para 10 países árabes (Egipto, Jordania, Siria, Argelia,
Túnez, Marruecos, Comoras, Djibouti, Mauritania y Yemen). De acuerdo con esta
información, la pobreza entre 1990 y 2000 aumentó de 16,4% a 16,8%.
La pobreza en
la región de Mashrek descendió de 21,6% a 15,7%, y aumentó de 7,3% a 9,1% en la
región del Magreb. Los países menos desarrollados tuvieron un aumento
considerable, de 24,8% a 47,1%, mientras que no existen datos para los países
del CCG. Estas tendencias muestran que la región árabe no va por buen camino
para alcanzar los ODM, y que la situación es incluso peor cuando tomamos en
cuenta a los países árabes en conflicto como Palestina, Irak y Sudán.
ODM 3:
Promover la igualdad entre los géneros y el empoderamiento de la mujer
La desigualdad
de género está profundamente arraigada en las sociedades árabes, por lo que el
cambio real debe provenir del cambio de las actitudes, las conductas y las
mentalidades. Para cumplir el ODM 3 algunos IODM árabes se concentraron en la
educación, especialmente en la generación de conciencia en torno a los derechos
de la mujer en este sector. El IODM argelino incluyó una evaluación sobre el
alcance de la violencia contra la mujer (doméstica y demás). El IODM egipcio
estudió a las mujeres y la labor no remunerada, en empresas familiares y en la
agricultura.
Algunos IODM presentaron la proporción existente entre mujeres y hombres en los
cargos de decisión como indicador de las desigualdades en el mercado de trabajo.
Los indicadores que muestran disparidades salariales y cifras de desempleo
comparadas entre los sexos también se utilizaron para poder comprender la
discriminación en el mercado laboral. Estos factores son fundamentales para
lograr una comprensión integral de todos los factores que afectan la situación y
las oportunidades de la mujer en los países árabes.
Numerosos IODM
no analizaron el ODM 3 con la amplitud suficiente como para mostrar la situación
real de la mujer en las sociedades árabes. El Informe Árabe de Desarrollo Humano
(IADH) de 2003 concluye que los países árabes ocupan un lugar muy bajo en la
clasificación del Índice de Potenciación de Género (IPG) del PNUD.
El informe también señala que los países árabes lograron importantes avances con
respecto a la educación de las niñas, pero agrega que los bajos valores en el
IPG se deben a la limitada participación femenina en las organizaciones
políticas. El IADH de 2003 menciona varios avances en el empoderamiento
femenino, como el derecho al voto y a presentar candidatura para los órganos
legislativos y municipales en Bahrein, la elección de 33 mujeres al Parlamento
marroquí, el nombramiento de una mujer como ministra de Derechos Humanos en
Yemen y el ingreso de una mujer al Parlamento yemení tras las elecciones de
2003. Pero también subraya que “queda mucho para poder lograr la emancipación
política de las mujeres árabes, algo que exigió el primer IADH, aunque este
nuevo avance es evidencia de una mayor receptividad hacia el empoderamiento
femenino en los niveles ejecutivos del gobierno y las instituciones estatales.”
El IODM de
Arabia Saudita informó que en este país “existe un fuerte entorno que apoya la
igualdad de género… y que la ONU trabaja para mejorar el papel de las
organizaciones no gubernamentales femeninas y sus vínculos con sus pares
regionales e internacionales y con los organismos de la ONU”.
Esta declaración no está fundamentada con cifras mensurables y no tiene
credibilidad, especialmente si consideramos que en el país no existen
organizaciones femeninas en actividad. Asimismo, es bien sabido que los derechos
de la mujer no se respetan adecuadamente en la sociedad saudita, donde no se les
permite votar ni conducir vehículos.
Por este motivo resulta fundamental analizar los compromisos nacionales asumidos
ante la Convención sobre la Eliminación de Todas las Formas de Discriminación
contra la Mujer (CEDAW, por sus siglas en inglés) al medir los avances logrados
con los ODM. Argelia, Bahrein, Egipto, Marruecos, Yemen, Túnez, Líbano, Irak,
Jordania, Siria y Kuwait ratificaron la CEDAW. Sin embargo, la mayoría de esos
países formularon reservas a los siguientes artículos: el Artículo 2, sobre la
igualdad jurídica de hombres y mujeres, el Artículo 9, sobre nacionalidad y la
nacionalidad de los hijos, el Artículo 16, sobre el matrimonio y la vida en
familia, el Artículo 29, sobre disputas y reservas, el Artículo 15, sobre el
movimiento de personas, la libertad de elección de la residencia y asuntos
civiles como la administración de las propiedades y el Artículo 7, sobre la vida
política y pública, incluidos el derecho al voto y la participación en cargos
gubernamentales y públicos. Lo que parecería ser un avance y más respeto por el
derecho internacional podría ser una pantalla para las medidas discriminatorias
generalizadas en las leyes naciones y en las instituciones públicas y privadas
en muchos países árabes.
De acuerdo con
los indicadores del Banco Mundial (la principal referencia utilizada en la
mayoría de los IODM) los países árabes de la región de MONA lograron avances
importantes en la equidad de género en las cifras de la matrícula en la
enseñanza. Los indicadores de equidad de género, como la proporción de niñas y
varones en la enseñanza primaria y secundaria, muestran que la región de MONA
avanzó de un cociente de 79 en 1990 a 91 entre 1997 y 2001. En 2001, la región
figuró por encima de Asia Meridional y de África Subsahariana, y por debajo de
Asia Oriental y el Pacífico, Europa, Asia Central y América Latina y el Caribe.
Aunque los
IODM árabes se refieren con orgullo a estos indicadores, poco se dice acerca de
la participación femenina en los cargos de decisión. Es importante analizar cómo
avanza la participación de las mujeres en los asuntos políticos y económicos,
tanto a nivel nacional como regional, no solo en los puestos de nivel inferior
sino también en los cargos ejecutivos y de alto nivel. Las mujeres siguen
ausentes de las sesiones de alto nivel de la Liga de Estados Árabes y de las
reuniones ministeriales y relacionadas con el comercio en la región.
ODM 8:
Fomentar una asociación mundial para el desarrollo
En la campaña
por los ODM asumió una importancia especial la asociación mundial para el
desarrollo. Algunos sostienen que los ODM no se diferencian del documento “Un
mundo mejor para todos” que presentaran la Organización para la Cooperación y el
Desarrollo Económico, el Banco Mundial y la ONU, en la Cumbre de Ginebra
celebrada en 2000, con el agregado de un acuerdo y el compromiso de los países
desarrollados de asumir la responsabilidad por el proceso de desarrollo a través
del ODM 8. Los países en desarrollo rechazaron el documento “Un mundo mejor para
todos”, mientras los ODM fueron adoptados por todos los países en desarrollo con
la creencia de que países desarrollados y en desarrollo compartirían una
auténtica asociación y compromiso en pos de estos objetivos.
El ODM 8 trata
de la no discriminación en el comercio exterior y las finanzas, la deuda y la
ayuda internacionales, el empleo de los jóvenes, el bajo costo y la
disponibilidad de fármacos esenciales en los países en desarrollo, así como los
beneficios de las tecnologías de la información y las comunicaciones (TIC). No
se prestó la debida atención a este ODM particular en los IODM árabes.
Aunque los
IODM árabes se refirieron a los factores vinculados entre sí del comercio, la
ayuda y la deuda, omitieron toda referencia a las TIC. El IADH de 2003 vinculó
directamente estos factores esenciales para construir una sociedad del
conocimiento con el desarrollo humano. Estos incluyen la transferencia de
tecnología; la adquisición, divulgación y reproducción del conocimiento; la
libertad de investigación, expresión e información; el uso de las TIC en la
enseñanza, y la administración legal de las tecnologías.
El IODM
jordano señala que el ODM 8 “trata de las asociaciones en curso para el
desarrollo que requieren que la economía nacional participe y actúe con la
economía mundial, que a su vez incluye un nivel de apertura y participación en
las asociaciones y los tratados de libre comercio con otros países”. El informe
señaló que Jordania está en camino de cumplir el ODM 8 para 2015. Jordania se
incorporó a la Organización Mundial del Comercio (OMC) y suscribió el Acuerdo
Euromediterráneo, así como un tratado bilateral de libre comercio con Estados
Unidos. Sin embargo, vale la pena destacar que no toda la cooperación
internacional es positiva. La cita anterior extraída del IODM jordano se opone
directamente a la perspectiva básica de la sociedad civil, que no considera al
comercio un indicador en sí mismo, sino que mide cómo el comercio puede servir
al desarrollo. Por motivos de objetividad, las OSC deben incluirse en el
análisis del ODM 8 y en la totalidad del proceso de preparación de los IODM.
Para que el
comercio exterior resulte provechoso es necesario internalizar la idea de que el
comercio debe estar al servicio del desarrollo. Los países árabes siguen
suscribiendo tratados internacionales y bilaterales de libre comercio
a pesar de su ambigüedad acerca de su capacidad para desarrollar una Zona Mayor
de Libre Comercio Árabe (GAFTA, por sus siglas en inglés). El comercio entre los
estados árabes solo representa aproximadamente 8% del total del comercio
exterior árabe.[19]
Los países árabes no están suscribiendo estos tratados comerciales con una idea
clara acerca de sus necesidades, prioridades y expectativas. La falta de
políticas adecuadas y bien definidas sobre diversos aspectos del desarrollo
coloca a estos países en una posición de debilidad a la hora de negociar. Una
rápida mirada a los indicadores económicos refleja su debilidad, con bajo
crecimiento económico, altos déficit presupuestarios y una balanza de pagos
crítica.
Las cifras sobre la tecnología y el conocimiento son insuficientes para generar
una capacidad local que permita la adecuada integración al mercado mundial, lo
que debilita aun más el papel y el impacto de los países árabes.
Resulta
difícil comprender porqué los países árabes no han podido desarrollar sus
propios tratados regionales, a pesar de su capacidad para suscribir acuerdos con
Estados Unidos y la Unión Europea. Los países árabes deben participar en el
sistema internacional de comercio, y no solo incorporarse al mismo. Cabe
preguntarse si los países árabes se incorporan a la OMC y negocian ese y otros
convenios con una comprensión y una proyección clara y cabal del impacto que
tendrán en sus economías.
El tema
primordial del ODM 8 no es la cantidad de tratados comerciales que haya suscrito
un país sino el tipo de asociación internacional que hace falta para generar un
cambio real. Los países deben elegir si su prioridad es la asociación
internacional o el desarrollo, antes de presentar sus informes relativos a este
objetivo. La Agenda de Desarrollo de Doha, redactada en la 4ª Reunión
Ministerial de la OMC, tiene la intención de servir como referencia para las
medidas políticas nacionales relativas al libre comercio. Pero dado el estado
real de los compromisos de Doha, el libre comercio y la idea del comercio
exterior como herramienta para el desarrollo distan mucho de ser realistas.
El fomento del
comercio exterior y la inversión extranjera directa (IED) lleva a los gobiernos
nacionales a presentar una impresión positiva de sus países. Eso contradice los
procesos vinculados con la condonación de la deuda y la ayuda, que exigen
informes fidedignos sobre la situación socioeconómica. El asunto de si la IED
favorece a las necesidades nacionales o a las empresas multinacionales plantea
el tema de la responsabilidad social empresarial, todavía poco encarada en los
países árabes. Las estrategias nacionales deben equilibrar las prioridades
económicas y sociales y la visión a largo plazo para el país con las diversas
dinámicas sociales y económicas internacionales.
Los papeles de los
gobiernos, los organismos de la ONU, las instituciones financieras
internacionales y las OSC
La mayoría de los ODM
subrayan la importancia que reviste contar con asociaciones fuertes y
consolidadas, esfuerzos coherentes e información compartida para que la campaña
pueda prosperar. “Es importante saber quién debe hacer qué para evitar la
duplicación de esfuerzos y lograr una mejor coordinación. Además es necesario
identificar las asociaciones estratégicas y generar alianzas en el plano
nacional o regional para alcanzar los ODM. Así es como todas las partes
interesadas pueden participar de las decisiones y estar al tanto de quién está
haciendo qué y de quién debe hacer qué”.
Queda claro
que estas relaciones y la coordinación no se han desarrollado en los países
árabes, donde los gobiernos han procesado los IODM en estrecha coordinación con
organismos de la ONU, como el PNUD. En otros países los gobiernos tuvieron una
participación limitada mientras la ONU dirigió el proceso. Pero incluso cuando
los gobiernos sí participaron, esa participación estuvo limitada a las
instituciones públicas, lo que refleja un compromiso incompleto y débil y un
papel gubernamental poco eficaz. Los gobiernos árabes no parecen interesados en
establecer una buena relación con las OSC y el sector privado ya que la mayoría
de los países árabes los excluyeron del proceso de los IODM.
Hay que
considerar dos temas con respecto al papel de las OSC:
·
otros grupos, como los gobiernos y los organismos de la ONU, deben valorar la
función asesora de las OSC en la formulación y la planificación estratégica de
las políticas para los ODM. Si esa función no es respetada, como ocurre en todos
los países árabes, entonces las OSC deben participar con fuerza en las campañas
de difusión para poder expresar sus inquietudes y perspectivas.
·
Es importante analizar si las OSC fueron capaces de pasar con éxito de la etapa
de generación de conciencia a la etapa de implementación de la campaña por los
ODM, con el fin de evaluar los cambios reales en la vida de la gente.
En una serie
de reuniones nacionales sobre el papel de las OSC árabes en la campaña por los
ODM,[23]
los participantes destacaron la importancia de ciertos puntos en las etapas
previas a la instrumentación y a la acción que formaron parte de la Declaración
de Copenhague sobre Desarrollo Social en 1995. Subrayaron la necesidad de
considerar a las ONG como socias reales y de aplicar la buena gobernanza en el
plano nacional y local. Señalaron la necesidad de crear un ambiente habilitante
para que las OSC puedan desempeñar su papel. Los participantes destacaron la
importancia de organizar una campaña general que publicite a los ODM, y de
elaborar un documento específico y pormenorizado que evalúe lo que todas las
partes interesadas deben hacer para alcanzar los ODM en 2015.
También se
discutió la necesidad de la participación activa de las OSC en la redacción de
los IODM con el fin de realzar la credibilidad de los informes y presentar la
perspectiva de las OSC sobre lo avanzado. Esto no sucedió con la redacción de
los 18 IODM publicados hasta la fecha, aunque de haberse aplicado habrían
expresado sus opiniones e inquietudes sobre las campañas nacionales por los OMD
y la información producida por los gobiernos árabes. También deben tomarse en
cuenta la capacidad de las OSC para desempeñar esta función, así como su
transparencia, responsabilidad, conciencia, eficiencia y capacidad para dirigir
campañas a favor de los ODM.
Los planes de
trabajo de los ODM no pueden separarse de las políticas que defienden las
instituciones multilaterales. Las políticas sociales de los países en desarrollo
se ajustaron de acuerdo a las políticas de ajuste estructural recomendadas por
el Banco Mundial, lo que provocó repercusiones socioeconómicas negativas. En la
actualidad, la mayoría de los países en desarrollo, como Yemen, Sudán, Somalia y
Djibouti trabajan en sus Documentos Estratégicos de Reducción de la Pobreza con
la intención de compensar esas consecuencias negativas.
El último
informe de la ONU sobre el Proyecto del Milenio, titulado
Invirtiendo en
el desarrollo,
señala que
cada país debe preparar una “estrategia de reducción de la pobreza basada en los
ODM que sea un documento operativo pormenorizado, adjunto a un marco de gastos a
mediano plazo que refleje la estrategia en las partidas presupuestarias”.
Para alcanzar con éxito este paso hace falta un enfoque participativo para la
preparación de un marco de acción de 10 años basado en el mapeo de la pobreza
según la localidad, la región y el género, que incluya una estrategia de
reducción de la pobreza de 3 a 5 años basada en los ODM. También hacen falta
campañas nacionales por los ODM, integrales y bien supervisadas, así como IODM
que propongan estrategias y planes de trabajo, y no solo descripciones y cifras
exageradas. Lamentablemente, estos factores no se encuentran entre los puntos
fuertes de los países árabes.
Con el fin de
enriquecer el papel de las organizaciones multilaterales en la campaña por los
ODM en el plano nacional es necesario mejorar la coherencia entre las políticas
que proponen estas organizaciones, como el Banco Mundial y la ONU. También hay
que analizar el equilibrio de roles entre las organizaciones, así como todo
posible conflicto de poderes entre ellas.
La
transformación de las estrategias en partidas presupuestarias significa que la
preparación y el análisis de contenido de los IODM deben incluir una
participación legislativa real, eficaz y constructiva. Los planes de trabajo del
Parlamento deberán estar al tanto de los IODM. El Parlamento también debe
evaluarlos, y luego responsabilizar a los gobiernos por su participación en la
instrumentación de los mismos. Sin embargo, esto no ha ocurrido aún en los
países árabes.
El éxito de la
cooperación y la coordinación exige la identificación de papeles efectivos para
los actores en la campaña por los ODM. No obstante, este proceso está
directamente vinculado con la buena gobernanza, el estado de derecho, los
derechos políticos y sociales, la responsabilidad y eficiencia de la
administración pública, una política económica sólida, entornos que apoyen la
asociación, el papel de las OSC, así como la participación en general. Estos son
los valores básicos de derechos humanos, democracia y buena gobernanza incluidos
en la Declaración del Milenio que deben ser los requisitos previos para todo
paso dado por los ODM.
La capacidad
para realizar una campaña o plan de trabajo integrales en lugar de actividades
separadas está vinculada al ejercicio de una buena distribución de funciones.
Una identificación adecuada de los papeles podría afinar la coordinación de los
esfuerzos, y evitar la mala asignación y la duplicación de recursos. Por lo
tanto, el informe Invirtiendo en el desarrollo recomienda que “cada país
debe convocar un grupo estratégico para los ODM presidido por el gobierno
nacional que incluya a donantes bilaterales y multilaterales, organismos
especializados de la ONU, autoridades provinciales y locales, dirigentes de la
sociedad civil nacional, incluidas organizaciones de mujeres que
tradicionalmente están subrepresentadas”.
Este es el paso inicial para mejorar la coordinación de esfuerzos y compartir
información en el plano nacional.
Apuntes
finales
Las OSC de la
región árabe lideran una lucha en dos sentidos. Primero, para desarrollar
estrategias de abogacía que les permitan mejorar su papel, eficacia e impacto en
la elaboración de políticas a nivel nacional. Segundo, para luchar por su
derecho a existir y operar libremente, limitado por los regímenes actualmente en
el poder en la mayoría de los estados árabes. Por lo tanto, cuando hablamos de
campañas nacionales y regionales debemos hacer énfasis en la necesidad de
empoderar a las OSC y permitirles reforzar su influencia en la conformación de
las políticas nacionales.
Las OSC árabes
deben percatarse que los ODM pueden servir como herramienta eficaz de abogacía,
y ofrecen una oportunidad importante para crear una agenda con objetivos y metas
definidas, a la vez que aprovechan los compromisos de sus gobiernos, el respaldo
internacional y la infraestructura que proporciona la campaña internacional por
los ODM. La campaña mundial debe apoyar a las OSC en los países en desarrollo,
especialmente en la región árabe.
Notas:
Arab NGO Network for Development (ANND). “Social Development, Geneva 2000.
Social Development in the Arab World”. Presentado en la Sesión extraordinaria
de las Naciones Unidas, 26-30 de junio de 2000, en Ginebra.
Ibid,
pp. 37-40.
Una caravana artística recorrió el norte y centro del país con la Escuela
Nacional del Circo de Túnez para dar a conocer la importancia de los ODM.
Se reunió información de la Dirección Regional para los Estados Árabes y demás
organismos de la ONU.
IODM argelino; en referencia al “respaldo a las instituciones financieras
internacionales”, p. 7.
El Indicador de Pobreza Humana va más allá de la pobreza medida según el
ingreso. Para los países en desarrollo incluye las dimensiones del nivel de vida
digno (porcentaje de la población sin acceso sostenible a recursos de agua
mejorados y porcentaje de niños por debajo del peso para su edad); conocimientos
(analfabetismo adulto); y vida sana y longeva (probabilidad al nacer de no
cumplir los 40 años). Basado en el Informe sobre Desarrollo Humano de 2004,
Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo, p. 258.
Social Watch Filipinas realizó importantes esfuerzos para identificar un índice
integral de la pobreza y creó un comité de integrantes de Social Watch para
realizar el seguimiento del proyecto.
Banco Mundial. www.developmentgoals.org/Poverty.htm#povertylevel
La
región de Medio Oriente y el Norte de África (MONA) no abarca a todos los países
árabes ni se limita a ellos. Incluye a 17 países árabes (con la exclusión de
Sudán, Somalia, Comoras, Mauritania y Libia) así como a Irán e Israel, que no
son árabes. No obstante, los países árabes pueden dividirse en cuatro regiones
principales: la región de Mashrek (Egipto, Irak, Jordania, Líbano, Palestina y
Siria); la región del Magreb (Argelia, Libia, Marruecos y Túnez); los países
árabes menos desarrollados (Comoras, Djibouti, Mauritania, Somalia, Sudán y
Yemen); y los países del Consejo de Cooperación del Golfo (Bahrein, Kuwait,
Omán, Qatar, Arabia Saudita y Emiratos Árabes Unidos).
El
porcentaje para la región de Mashrek se calculó en 5,6% según datos de los IODM
de Egipto, Jordania y Siria; en 2,9% para la región del Magreb según datos de
los IODM de Argelia y Marruecos; y en 22,2% para los países árabes de menor
desarrollo según datos de los IODM de Comoras, Mauritania, Somalia y Yemen. No
hay información disponible para los países del Consejo de Cooperación del Golfo
(CCG). Las cifras utilizadas se basan en fuentes originales de los IODM árabes,
respaldadas por cálculos preliminares preparados para el 2º IODM Árabe de la
ONU, aún inédito.
La
población de los países que utilizaron el indicador de la línea de pobreza
comprende 79% de la totalidad de la población de la región árabe.
[12]
Alcanza 17% en los países del Mashrek, según datos de Egipto, Jordania, Líbano,
Palestina y Siria; a 9,2% en los países del Magreb, según datos de Argelia,
Marruecos y Túnez; y a 48,2% en los países de menor desarrollo, según datos de
todos los países incluidos en esta categoría. Los únicos datos existentes para
los países del CCG provienen de Bahrein, que indica una pobreza de 11%.
El
25,7% en la región del Mashrek según datos de los IODM de Egipto, Jordania,
Líbano y Siria; 26% en la región del Magreb según datos de todos los países de
esta región; 35,5% en los países árabes de menor desarrollo según datos de los
IODM de Comoras, Djibouti, Mauritania, Sudán y Yemen; y 17,5% en la región del
CCG según datos de los IODM de Omán y Arabia Saudita.
PNUD. "Egypt Human Development Report 2004. Choosing Decentralization for Good
Governance", 2004, www.undp.org.eg/publications/HDP-2004-E%20.pdf
PNUD: “Arab Human Development Report 2002, Creating Opportunities for Future
Generations”,
www.undp.org/rbas;
www.un.org/publications
PNUD. “Arab Human Development Report 2003. Building a Knowledge Society”,
www.undp.org/rbas and www.un.org/publications
PNUD. “Millennium Development Goals Report on the Kingdom of Saudi Arabia”.
2002, www.undp.org.sa/Reports/MDGR%20SA%20English.pdf
[18]
Once países árabes integran la OMC (Bahrein,
Egipto,
Jordania,
Kuwait,
Marruecos,
Omán,
Qatar,
Túnez,
Emiratos Árabes Unidos, Djibouti y Mauritania). Siete más son observadores
(Líbano, Libia, Irak, Sudán, Arabia Saudita, Yemen y Argelia). Jordania,
Marruecos, Egipto y Bahrein suscribieron tratados bilaterales de libre comercio
con Estados Unidos. Todos los países árabes del sur del Mediterráneo tienen
convenios de asociación con la Unión Europea: Marruecos, Argelia, Túnez, Egipto,
Jordania, Autoridad Palestina, Libia y Líbano, mientras las negociaciones con
Siria concluyeron en octubre de 2004 en preparación para la firma del tratado.
El proceso para una Zona Mayor de Libre Comercio Árabe, planteada por la Liga de
Estados Árabes a principios de la década de 1960, y cuya creación está prevista
para 2007, recién comenzó a principios de 2005.
[19]
Arabic News. “Increasing Arab states inter-trade, regional economic integration
an absolute imperative”, 4 December 2001, www.arabicnews.com/ansub/Daily/Day/010412/2001041230.html
[20]
PNUD 2002, op cit.
PNUD 2003, op cit.
PNUD. Centro de recursos regional para Asia Austral y Occidental.
“Localizing the MDGs”.
ANND organizó una serie de reuniones nacionales en Sudán, Yemen, Bahrein y los
países del Golfo y Egipto sobre el papel de las organizaciones de la sociedad
civil en la campaña por los ODM.
Banco Mundial.
“Poverty Reduction Strategy Papers by Region”, http://poverty.worldbank.org/files/prsp_deliveries.pdf
Proyecto del Milenio de la ONU.
“Investing in Development”, www.unmillenniumproject.org/reports/fullreport.htm
Ibid.
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