1997
La globalización del comercio sexual
Tammy Quintanilla
CLADEM, Comité de Latinomérica y el Caribe para la Defensa de los Derechos de la Mujer.
La prostitución femenina, el tráfico de mujeres,
la pobreza y las políticas económicas de los países son temas estrechamente
relacionados. El intercambio de bienes y servicios en el que se basa la economía
mundial lleva a que las cosas más inimaginables sean potenciales objetos de
consumo. Las condiciones de vida de los sectores más desfavorecidos
económicamente, resultan en una marcada situación de vulnerabilidad donde los
valores se distorsionan. Ello da lugar al comercio o tráfico de variadas
mercancías sea dentro del marco legal o del ilícito.
El alcance de la globalización de la economía no
sólo se estudia en las políticas estatales a nivel internacional, o las
directivas de organismos como el Fondo Monetario Internacional o el Banco
Mundial o, en el carácter decisivo que ha adquirido la participación de las
grandes firmas transnacionales sino también en la nefasta influencia de la
delincuencia organizada internacional y la mafia.
La división entre los países desarrollados del
primer mundo y los países en vías de desarrollo del tercer mundo se ha hecho más
notoria desde el intento de equiparar los costos entre uno y otro hemisferio.
Debido a las políticas de ajuste estructural, el hemisferio sur se ve obligado a
ajustarse a los cánones impuestos por el norte conforme a los objetivos de la
globalización, que no es otra cosa que la unipolarización.
Las condiciones de mayor vulnerabilidad se
concentran en los hogares con jefatura femenina y en aquellos que tienen niños a
su cargo. Como consecuencia, se ha generado paulatinamente una presencia
impactante de niños en la calle, niños en situación de desprotección y riesgo.
La pobreza aparece como causa básica de las situaciones de desprotección,
marginación, desestructuración familiar y prostitución aunque no sea exclusiva
de los sectores pobres y marginales (existen otras premisas determinantes como
el consumismo, la presión hacia el éxito, el ejercicio abusivo del poder y,
principalmente, la discriminación de género).
El comercio sexual ha germinado desde este
terreno y ha alcanzado considerables dimensiones a diferentes niveles. La
concepción acentuada de asumir que "el sexo vende" se visualiza desde la
publicidad sexista hasta el tráfico de personas pasando por la pornografía, las
"llamadas eróticas", las "call-girls" y chicas acompañantes, los espectáculos de
provocación sexual como el "strip-tease" o el "sex-show", la compra-venta de
novias por correo, la prostitución callejera o la desempeñada en prostíbulos
clandestinos o legales, las casas de masajes o el turismo sexual, las visitas a
grupos concentrados de varones como militares y trabajadores de explotaciones
petrolíferas o plantaciones.
La explotación sexual de niños, niñas y
adolescentes se constata a través de cada una de estas formas mencionadas y de
otras que el pintoresco mundo del mercado sexual continúa creando.
El turismo como actividad estratégica de
desarrollo
Muchos gobiernos alrededor del mundo ven al
turismo internacional como una forma de crecimiento económico. Esto vende
esperanzas a ciertos sectores de la población animándolos a migrar hacia las
áreas turísticas para tener más posibilidades de ingreso y ayudar a sus
familias.
En el sector formal, la naturaleza del turismo
fomenta la ocupación de la juventud hacia el trabajo como mano de obra que
normalmente excluye la participación de los mayores y mujeres en favor de los
más jóvenes, diestros y muchas veces gente urbana con cierto nivel de
instrucción. Considerando la reducción en el gasto de los programas de
asistencia social y servicios, muchas mujeres y niños son forzados a buscar
trabajo en el turismo del sector informal (por ejemplo, prostitución, guías
turísticas, venta de drogas, venta ambulante de golosinas, lustrado de zapatos,
venta de flores, etc.).
Para muchos de los países en vías de desarrollo,
el turismo del sector informal es inseparable del comercio de la industria
sexual de mujeres y niños. El turismo sexual cuenta con redes que ofrecen
servicios de guías turísticas, prostitutas, casas de visita no oficiales,
prostíbulos, casas de masajes que sirven de flujo tanto de turistas sexuales
extranjeros como de clientes locales. Muchas personas son atraídas a ingresar a
este ambiente para obtener dinero en estas actividades que no requieren una
habilidad especial: la herramienta de trabajo es el propio cuerpo. Cuando se
trata de niños, niñas o adolescentes, aquellos que no son prostituidos son
expuestos al crimen y a la explotación. El trabajo infantil existe alrededor del
mundo y para muchos menores, el turismo es siempre la opción "fácil",
prefiriéndolo al más restrictivo trabajo doméstico o al "trabajo duro". El
turismo con destino en los países del tercer mundo es más barato. Los bajos
salarios y la moneda devaluada, las estrategias de los programas de ajuste
estructural impuestas en los países en vais de desarrollo para fomentar la
inversión extranjera y reducir los gastos sobre importaciones significa que
muchos destinos turísticos han quedado provistos de todos los servicios y lujos
que se puedan desear. De modo que, si no son tan caros para los turistas
extranjeros aun así no están al alcance de la comunidad local. Esto solo sirve
para reforzar la disparidad y polarización entre los que reciben y los que
visitan.
Una persona promedio en un país industrializado
no podría acceder a hoteles de lujo y tener el standard de vida en su propio
país que han ido a buscar en algunos destinos turísticos como Tailandia,
Indonesia, Kenia, Sri Lanka o el Caribe.
Los menores son atraídos a entrar en el área del
turismo sexual. El turismo no es la causa de la explotación sexual de menores
pero si provee de un fácil acceso a niños vulnerables.
La regionalización sexual
Latinoamérica parece ser, cada vez más, un
destino atractivo para turistas sexuales. Se han desatado prejuicios acerca de
la imagen de la mujer latina difundiendo ideas como que "están llenas de energía
sexual" o que "sólo piensan en sexo". Las zonas de más afluencia turística de
este tipo están en Brasil y los países del Caribe.
La prostitución callejera se puede ver en las
áreas de Recife, Brasil, donde las mujeres están siendo explotadas en casas de
masaje y clubes. Las prostitutas adultas ponen énfasis en señalar que los
turistas prefieren a chicas más jóvenes. Muchas de las chicas están trabajando
sólo para ayudar a sus familias. En Río se ha identificado un cartel de gran
éxito en el negocio e intereses políticos en controlar alrededor de mil chicas
entre 8 y 15 años de edad. Las adolescentes son ofrecidas a los turistas con
documentos de mujeres adultas para evitar problemas con la policía.
En Colombia, una investigación realizada en el
centro de Bogotá indicó que el número de niñas prostituidas en las calles de la
ciudad se ha quintuplicado en los últimos siete años. En 1995, la policía
descubrió 52 niñas entre 10 y 12 años de edad trabajando como prostitutas en la
capital. Mientras algunas derivaron en ello por acción propia otras informaron
que habían sido forzadas. Muchas de ellas se encontraban bajo la influencia de
drogas.
En 1990, había cerca de 60,000 niñas entre 7 a 18
años de edad viviendo en las calles de las ciudades de República Dominicana.
Todas ellas fueron utilizadas para explotación, abuso sexual, prostitución y
pornografía. Un informe reciente para la Defence for Children denunció compañías
operando dirigidas a hombres mayores que gustan de ver estos "productos". Las
niñas son ofrecidas para ser "gozadas" llevándolas a un condominio y esto forma
parte de los servicios a escoger en un paquete turístico de vacaciones.
En Haití, el sexo entre turistas hombres adultos
de Estados Unidos y niños de la localidad ha sido parte de las actividades de la
industria sexual por muchos años.
África, presenta una coyuntura de preocupación
prioritaria sobre la urgente protección a los derechos humanos. Los
enfrentamientos civiles, la falta de alimentación y vivienda que están
experimentando millones de personas y los problemas de refugio están derivando
en el ejercicio de diversas formas de explotación además de la sexual.
Muchos países están atravesando un creciente
problema de prostitución, debido a la pobreza, la migración de áreas rurales a
centros urbanos y el advenimiento del turismo. El nexo con el turismo es
ejemplificado por la situación de Senegal. En Zimbabwe el problema está
relacionado con el comercio sexual cerca de la frontera. Sudán, Kenia y Libia
atraviesan un camino guiado hacia lo mismo. Se ha informado que Argelia es un
lugar de tránsito para traficantes. En Mauritania, se habla de la presencia de
pedófilos extranjeros y de un incremento en el número de niños varones
prostituidos. En Gana, las adolescentes caen en la prostitución luego de
hacerles creer que serán empleadas en casas como trabajadoras domésticas. Es
visible el aumento de niños y niñas explotados/as sexualmente en Costa de Marfil
y Burkina Faso.
En Mozambique, las agencias han acusado a las
tropas estadounidenses para la Paz de la explotación sexual de niños en los
pueblos de Chimoio y Beira. Ellos solicitan, invariablemente, los servicios
sexuales de mujeres.
En Gambia mujeres europeas de mediana edad buscan
sexo con hombres jóvenes del lugar. El modelo que prevalece es el de niños de la
calle, mujeres o varones, que utilizan el sexo como suplemento para sus ingresos
de otras actividades como la mendicidad.
Un informe de la Sociedad de Bienestar Infantil
de Kenia notó una presencia de explotación sexual comercial de niños /as en
Nairobi, los pueblos costeños de Mombasa, Malindi y Lamu y algunos otros lugares
de recreación.
En Europa del Este, hay evidencia de que niños de
Rusia, República Checa, Polonia y Rumania están siendo explotados sexualmente
por visitantes extranjeros. Asimismo, son traficados a burdeles de Europa
occidental, y se registran desapariciones de niños y producción de pornografía
infantil.
Asia ha sido reconocida como la región que se
encuentra en circunstancias más graves. Fue abiertamente promovida como destino
sexual durante los años setenta y ochenta. La gente comenzó a asociar ciertos
países como Tailandia y Filipinas como de fácil acceso a este tipo de
"servicios". La difusión de esta infortunada etiqueta probablemente comenzó
durante la guerra de Vietnam donde ambos países se hicieron populares por el
ofrecimiento de formas de recreación para los hombres. Muchos de los bares y
negocios de industria sexual eran y todavía son propiedad de extranjeros.
Naciones Unidas estima que más de un millón de
personas entre niños, niñas y adolescentes esta sometido a la explotación sexual
sólo en Asia.
El Gobierno de Tailandia reconoce que su país
atraviesa por el ignominioso problema de la prostitución infantil aceptando que
son aproximadamente 10 mil las víctimas. Esta cifra es largamente desvirtuada
por las ONGs que expresan que el número de menores de edad puede llegar a 800
mil. La industria sexual de niños en Tailandia no es un fenómeno nuevo. En los
años '80, solo en Bangkok se identificaban 70 mil mujeres en la prostitución.
En Filipinas, las ONGs estiman que entre 60 y 100
mil niños están involucrados en la industria sexual. La industria sexual de
niñas está patrocinado por turistas y locales. La prostitución infantil está
disponible en bares y prostíbulos, hoteles turísticos, calles y playas, con
certificados de edad falsos.
Tanto en Tailandia como en Filipinas, las
prácticas tradicionales, la llegada de gran número de trabajadores migrantes
varones, la presencia militar durante la Segunda Guerra Mundial, las guerras de
Corea y Vietnam, la escala masiva del desarrollo del turismo y la promoción
activa del turismo sexual desde los años '70 son factores que han originado el
auge del comercio sexual de mujeres.
Al sur de Asia, destacan cinco países:
Bangladesh, India, Nepal, Pakistán y Sri Lanka. Ciertas tradiciones religiosas
legitimizan la prostitución de miles de niñas. Estos países comparten los
orígenes de los problemas: pobreza, discriminación de género, fragmentación de
familias y una agresiva industria sexual. Todos comparten las mismas
consecuencias: niños degradados, debilitamiento de valores sociales, y un
problema generacional en las perspectivas de vida dado por el número de muertes
por SIDA.
La pobreza, la explotación y la discriminación se
combinan hasta hacer de las niñas y mujeres del Sur de Asia una mercancía
barata. Con problemas similares se encuentran Indonesia, China, Vietnam,
Camboya, Laos, Taiwan y Birmania.
La trata de personas
La trata o el tráfico se define como el traslado
de una persona de un lugar a otro a través de engaño, violencia, extorsión, etc.
con fines de comercio sexual.
El tráfico de personas especialmente para fines
sexuales, ha sido una práctica común en muchas sociedades a través de la
historia. En recientes décadas el tráfico de mujeres y niños ha tomado
diferentes formas y orígenes. Factores de índole ético, moral, político,
económico y de salud así como lo relacionado con lo estrictamente comercial
están comprendidos en la necesidad de analizar sus dimensiones.
Para la delincuencia organizada internacional el
tráfico es una de las más importantes actividades, se trata de drogas, armas o
personas.
La mayoría de niños traficados para fines
sexuales ocurre entre países vecinos en el Sur y Sudeste de Asia y en el Este de
Europa. Informes recientes revelan que adolescentes de trece años están siendo
traficados y vendidos a prostíbulos de Australia y Japón.
El dinero involucrado en la transacción depende
de la edad, virginidad (o uso) y belleza de las jóvenes. El ser humano es
convertido en mercancía y las leyes de oferta y demanda funcionan igual que para
cualquier producto, bien o servicio que se encuentra en el mercado.
El caso de Surinam refleja la dominación que
ejercen los países del norte sobre los del sur. Entre Holanda y Surinam existe
un intenso tráfico de mujeres. Surinam fue colonia de Holanda hasta 1975, y
todavía mantiene fuertes vínculos con el país europeo.
En 1991, quedó al descubierto una gran red de
tratantes de blancas que operaban llevando jóvenes de Montevideo-Uruguay a
Milán-Italia. La justicia uruguaya sancionó penalmente a varios integrantes de
dicha red, sin embargo sólo era una rama del árbol.
En Italia, entre 18 y 25 mil jóvenes extranjeras
ejercen clandestinamente la prostitución. En numerosos casos, fueron conducidas
engañadas acerca de la ocupación en la que se iban a desempeñar; en otros,
tienen conocimiento sobre la prostitución, pero las engañan sobre las
condiciones: una vez allí, las esclavizan teniendo un total control sobre sus
vidas.
Según un informe de WP Diocesana publicado en
Roma, muchas de las jóvenes extranjeras inmersas en el comercio sexual de Roma,
Milán y Nápoles, son de Albania, la ex-Yugoslavia y Nigeria. Solo en Roma,
existen tres mil prostitutas extranjeras y más de dos mil en Milán. Informan que
la primera oleada se produjo en el bienio 1989-90 y provenían de Polonia. La
segunda fue entre 1991-92 y eran jóvenes nigerianas, peruanas y colombianas. La
tercera oleada se sitúa entre 1993-94 y eran jóvenes albanesas, provenientes de
zonas rurales y de los países de la ex-Yugoslavia. A partir de 1995, llegan
nuevamente de Nigeria huyendo de la pobreza.
Maryam quien dejó Somalia cuando se
desarrollaba la guerra civil en 1992 es el caso típico de muchas niñas
prostituidas de Kenia. A la edad de 12 años dejó el campo de refugio en
busca de comida y trabajo. Con poco inglés y sin documentos de
identificación terminó en la prostitución. "Yo dejé el campo para comer
mejor y ayudar a mi familia, yo conseguí un buen trabajo".
Trabaja en el área turística de Mombasa donde
muchos de sus clientes son hombres europeos. Ciertos bares y burdeles son
conocidos por los servicios sexuales de niñas/os que ofrecen a los turistas.
Taxistas, guías turísticos y empleados de hoteles están involucrados en
procurar mujeres o menores para los extranjeros. Ha habido también informes
de casos en que familias muy pobres venden a sus hijos/as a los turistas. |
¿Hasta cuándo?
Los Estados tienen una labor importante a
desempeñar. Hasta hoy, las posiciones clásicas han sido la de reprimir o
prohibir la prostitución; la de regular su ejercicio; y la de abolir las
disposiciones reglamentarias penalizando a los explotadores. Estas políticas han
sido tan deficientes al lado del franco crecimiento del comercio sexual, que
algunos Estados han actuado a la inversa. El Grupo de Expertos reunidos por la
UNESCO en 1985 propuso añadir una categoría a las mencionadas, definió la que se
refiere a Estados "promotores" que hacen de la prostitución un capítulo
planificado de su renta nacional.
La disposición de Naciones Unidas de señalar
expresamente a los gobiernos que promueven el comercio sexual de personas, sea
por acción o por omisión, sería una buena alternativa para que aquellos que aun
no han caído en la cuenta de que este negocio atenta contra los derechos
humanos, lo hagan.
Sobre niños y adolescentes, hay consenso
universal en deplorar su utilización. UNICEF informa en 1996 que sus acciones
incluyen monitoreo en República Dominicana, Nepal y Sri Lanka contra la
explotación sexual de niños; un programa en Tailandia con consejería en
educación y empleo para atender a niñas en riesgo; y programas en Brasil, Chile,
Costa de Marfil, Guatemala, Egipto, Kenia, Marruecos, Perú, Filipinas y Senegal
para ayudar específicamente en circunstancias difíciles.
Así también el Programa de Acción de la ONU para
la Eliminación de la Explotación del Trabajo Infantil dice entre sus postulados:
"Combatir por todos los medios disponibles actividades vinculadas con la
prostitución, la pornografía y otras formas de explotación sexual".
La información e investigación es determinante ya
que sin el conocimiento de cifras y casos que sirvan para presentar la magnitud
del problema no se puede demostrar la realidad. El comprometer a la sociedad
civil a través de los medios de difusión y las ONGs es relevante pues se trata
de un tema del que se conoce poco y sobre el que se manejan muchos prejuicios.
Hasta hoy, sólo se ha actuado de manera represiva
contra quienes son "objetos" de comercio sexual. No ha habido éxito en la
penalización de los proxenetas. El turismo es una realidad del siglo XX y puede
ser usada como fuerza para un cambio positivo hacia el tercer milenio si
promotores del desarrollo, inversionistas y gobiernos respetan las necesidades
de las comunidades receptoras, el medio ambiente social, cultural y natural, y
son activos en eliminar las prácticas de explotación que han emergido en las
últimas décadas.
Se deben tomar medidas especiales dirigidas al
personal militar o a los servidores públicos que se desempeñan en el extranjero.
A lo largo de cinco años, la ONG internacional ECPAT ha hecho un seguimiento de
las actividades de los pedófilos y los turistas sexuales en Asia. Durante este
tiempo, ellos han documentado los nombres y los datos respectivos de 160 varones
extranjeros que han sido arrestados por cuerpos de policía de países asiáticos a
causa del abuso sexual perpetrado contra menores de edad prostituidos.
El trabajo devela que los países de origen de
estos 160 hombres son los siguientes: 40 abusadores de Estados Unidos, 28 de
Alemania, 22 de Australia, 19 de Inglaterra, 10 de Francia, 7 de Japón, 7 de
Canadá, 5 de Suiza, 4 de Suecia, 4 de Dinamarca, 3 de Austria, 3 de Bélgica, 3
de Holanda, 1 de España, 1 de Arabia Saudita, 1 de Sudáfrica. En la primera
mitad del período, la mayor parte de los hechos sucedieron en Filipinas. En el
segundo período, ha habido un incremento en el número de casos en Tailandia.
La atención y seguimiento de casos es vital para
destacar la gravedad del problema. La ayuda entre Estados se hace necesaria para
combatir la explotación de personas; la ayuda entre personas se hace necesaria
para combatir la explotación en algunos estados.
|