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Los escasos recursos humanos dedicados a los programas de desarrollo social en el Sur se explican parcialmente debido a la transferencia de recursos a los programas de ayuda de Europa Central y del Este y del Directorio General para la Ampliación. Esta transformación no ha afectado sólo el equilibrio dentro de la UE y las perspectivas de los programas de asistencia de la UE, sino que también está cambiando gradualmente la naturaleza de la UE a medida que los países se hacen miembros. Ampliación En 1993, en el Consejo Europeo de Copenhague, los estados miembros tomaron medidas hacia la ampliación actual acordando que “los países asociados de Europa Central y de Europa del Este que así lo deseen serán miembros de la Unión Europea.” El Consejo Europeo decidió que: “el acceso tendrá lugar ni bien el solicitante pueda asumir las obligaciones de los miembros cumpliendo con las condiciones económicas y políticas requeridas.” Los estados miembros elaboraron los criterios necesarios para serlo, a menudo citados como los Criterios de Copenhague, que constituyen los siguientes principios para lograr la aceptación de los países candidatos:
Se alienta a los países fuera de la UE, sobre todo a los candidatos a integrar la UE, a: invertir en sus sistemas de protección social nacionales; asegurar una amplia cobertura de riesgos sobre la base de un sistema solidario; otorgar al Estado un papel significativo; y asegurar la participación de los actores sociales.[13] A pesar de ocasionales declaraciones sobre la política social de la UE, que incluyen la dimensión externa, la política social no está dentro de los criterios para el acceso a la UE. Además, la información que se proyectaba publicar en 1998 sobre la dimensión externa de la política social de la UE con respecto a los países de Europa central y del este, pero también a otras zonas en las que la UE es un importante donante, nunca se publicó debido a problemas entre los diferentes Directorios Generales y servicios de la Comisión. [14] El programa de ayuda externa de la UE para los PECE (Países de Europa Central y del Este), PHARE,[15] se implementó por primera vez en 1989 para erradicar la pobreza en Polonia y Hungría, y luego se extendió a 14 PECE. El mecanismo guía para la asignación de la ayuda fue “orientado a la demanda”, que significó que los PECE determinaron sus necesidades independientemente. Esto implicó que PHARE actuara más como un “receptor” que como un “formulador de políticas”, aceptando los programas y políticas propuestos por los gobiernos de los países receptores. Durante esta primera etapa de la vida de PHARE, los objetivos se definieron vagamente, al igual que los resultados esperados. Los resultados tangibles fueron pocos, y en lugar de ser capaces de especificar el aporte de cada proyecto, sólo se pudo rastrear una contribución general.[16] Las reuniones del Consejo Europeo en Essen (diciembre de 1994) y en Madrid (diciembre de 1995) reenfocaron la orientación del programa como un instrumento financiero de una estrategia previa a la integración. Durante este proceso, la Comisión afianzó su rol de formuladora de políticas para la región. La Comisión reorientó su programa PHARE en 1997 para transformarlo en un fondo estructural orientado a la integración; se propuso desarrollar el sector privado y construir la infraestructura en los PECE. En este marco, 70% de los fondos de PHARE se volcaron hacia la financiación de las inversiones y 30% para la construcción de instituciones.[17] El aspecto de la formulación de políticas resultó en gran medida limitado. En muchos proyectos de reforma de las políticas sociales, por ejemplo, el objetivo principal es brindar información sobre los puntos débiles, las ventajas y la capacidad de los PECE para mantener la reforma y para evaluar su capacidad de adoptar e implementar el acquis europeo (obligaciones para ser miembro de la UE) con relación a la incorporación.[18] La mayor parte de los proyectos de políticas sociales de la UE tratan de las reformas en la infraestructura administrativa, en lugar de ayudar a modificar los temas políticos, lo que permite que otros donantes, como el Banco Mundial, determinen la dirección de la reforma en las políticas. Es un síntoma preocupante que habla de la debilidad de identidad política y de la falta de unidad de la UE en general el que influya menos sobre las políticas sociales de los PECE que el Banco Mundial y otros donantes —a pesar de que esos países van a ser miembros de la UE. Apoyo al sector social en Europa del Este Como el programa PHARE carecía de un enfoque específico sobre el desarrollo social, el Programa Consenso fue creado como parte de él en 1995 para rellenar la brecha en cuanto a la reforma de la protección social en los PECE. La idea básica del programa fue al comienzo un mecanismo típico-ideal para promover principios democráticos en lugar de ser un marco preciso para las políticas sociales. El Programa Consenso duró dos años y costó 10 millones, financiado por PHARE. El Consenso I se implementó entre 1995 y 1997, y el Consenso II entre 1997 y 1999. A fines de 1999, la Comisión decidió terminar el programa en el marco de una decisión política más amplia que consistió en eliminar los proyectos entre y dentro de los países. No hubo recomendaciones sobre políticas sociales en el Programa Consenso. Después de un breve período de prueba durante el comienzo del programa, quedó claro que los PECE no concebían implícitamente la protección social como lo hacía la Comisión. A la larga, los expertos de Consenso, incluyendo representantes de compañías consultoras, instituciones académicas y de la Comisión—un médico en lugar de un experto en políticas sociales—acordaron en diciembre de 1996 definir el alcance de la protección social (ver cuadro 1).
El diseño y estructura del programa fueron complejos, y los proyectos se implementaron por consultores externos en ambas fases de su duración. El poder de las políticas de protección social con relación a PECE se entregó en gran parte a actores externos. Los consultores que implementan los proyectos PHARE o Consenso se seleccionan por licitación, basado en el interés expreso del ofertante o mediante selección de la base de datos de expertos de PHARE o Consenso. Esta base de datos se organiza según criterios laxos, y no sobre la evaluación de participación anterior en dichos proyectos. Esto explica parcialmente por qué la calidad de un experto puede variar drásticamente y por qué los países receptores consideran que obtener la ayuda a través de los programas de asistencia externa de la UE es similar a ganar la lotería. Para la supervisión general del Programa Consenso, un representante de la Comisión en DG1A[19] tuvo que aprobar todas las decisiones, mediante un mecanismo descentralizado. Visto el poder significativo otorgado a los actores externos, se debe puntualizar que el representante designado en DG1A para el control general del Programa Consenso no era un experto en políticas sociales o de protección. Un representante de la Comisión en DGV,[20] que sí era un experto en políticas sociales, también participó en el monitoreo general del programa, al principio como consultor y luego (a partir de 1998) de manera más vinculante y oficial. Dos representantes de la Comisión, de los cuales sólo uno era experto en políticas sociales, controlaron la supervisión de la transposición de la política social a la acción. Las modalidades de implementación se dejaron a cargo de contratistas. Conclusiones La imagen creada por la UE de una Europa social basada en los principios compartidos de igualdad no es coherente con sus políticas externas en que las dimensiones sociales quedan relegadas, en el mejor de los casos, a un segundo lugar. El discurso de la UE sobre la dimensión externa de las políticas sociales es más bien amplio, pero no unido. Comprende no sólo el limitado acquis legal, sino también los principios más amplios de la política social europea: el acquis blando. Esta política social externa sin identidad es especialmente preocupante teniendo en cuenta que los PECE pronto serán miembros de la UE.
Notas:
[1] Conclusiones del Consejo de Trabajo y Asuntos Sociales, 29 de noviembre de 1999. [2] La Convención de Lomé IV es un acuerdo no recíproco de cooperación, tanto financiera como técnica, ayuda de emergencia y un sistema preferencial de comercio de la comunidad Europea hacia el grupo ACP (África, Caribe y Pacífico). [3] Parlamento Europeo. El Proceso de Descarga de 1998. Primer documento de trabajo. Respuestas de la Comisión al primer cuestionario de Max van den Berg, relator de la Comisión del Parlamento Europeo sobre Desarrollo y Cooperación para el proceso de descarga, enero de 2000, p. 2. [4] CAD, Unión Europea. Series de Análisis sobre Cooperación y Desarrollo. OCDE, 1998. [5] Comisión Europea. Evaluación de la Ayuda de la Unión Europea a Países de África, el Caribe y el Pacífico administrada por la Comisión. Synthesis report, noviembre de 1998, p. 13. El informe también se refiere al problema de los limitados compromisos que asumieron los gobiernos de APC con el objetivo de la reducción de la pobreza. [6] Ibid. [7] Ibid. [8] Parlamento Europeo. Respuestas a las preguntas dirigidas a la corte por Max van den Berg (MEP), relator de la Comisión de Desarrollo para el procedimiento de descarga, 21 de diciembre de 1999, pp. 10-11. [9] Parlamento Europeo, Ibid. [10] Ibid. [11] Comisión Europea. Una Evaluación del Proceso de Evaluación de los Programas de Ayuda Externa de la CE. Una A meta-evaluación encargada por la SCR y realizada por el profesor Cristopher Politt (Universidad Erasmo de Rotterdam) y la profesora Helen O'Neill (University College Dublin). Copia Final 12-14-99. [12] Parlamento Europeo. El procedimiento de descarga de 1998. Respuestas de la Comisión al segundo cuestionario por Max van den Berg, relator de la Comisión de Desarrollo y Cooperación del Parlamento Europeo para el procedimiento de descarga, enero del 2000, 26 de enero del 2000, D (2000) 20024, pp. 11-12. [13] Larsson, A. Discurso en la reunión del Consejo del Directorio del Programa Consenso,14 de diciembre de 1998, p. 4 [14] Comisión Europea. Programa de Acción Social 1998 - 2000. DG V/1, abril de 1998 [15] Programa para Europa Central y del Este. [16] Comisión Europea. The PHARE Programme: an interim evaluation report, DG1A/F5. Junio de 1997, pp. 17-18. [17] Ibid.; Corte de Auditores, Informe Especial No 11/98 sobre el desarrollo del sector privado de PHARE y TACIS para el período de 1991 a 1996 (programas en apoyo a las SMEs, desarrollo regional y la reorganización del comercio) en conjunto con las respuestas de la Comisión, Revista Oficial de las Comunidades Europeas, C 335, Vol. 41, 3 de noviembre de 1998. [18] Interview Contractor 1, 5 de noviembre de 1999. [19] Directorio General 1A, a cargo de las relaciones exteriores con América Latina, Asia y los países del Mediterráneo. [20] Directorio General a cargo de los Asuntos Sociales.
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