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              Mercados libres y la amenaza a los derechos alimentarios básicos
            
             
              
              Coalición Social Watch Ghana  
            
            La actual crisis alimentaria pone de relieve el conflicto fundamental entre la necesidad de promover los derechos humanos básicos y las políticas económicas basadas en el libre comercio y la inversión. Cada mujer, niño y hombre, individualmente y en comunidad con otros, tiene derecho a una alimentación apropiada. Se necesita con urgencia la intervención del Estado en el mercado para facilitar la producción y distribución local de alimentos, así como para asegurar derechos básicos a todos los ciudadanos
                        
              
            Años atrás, la capacidad de recuperación de los ghaneses  y su habilidad para hacer frente a las crisis llevó a que se los llamara  “magos”. Pero la “magia” no pudo tanto. Hasta ahora, los ghaneses no se han  volcado a las calles como la gente de Senegal, Burkina Faso y Camerún, pero el  hambre, enojo y descontento están en ebullición creciente, a raíz del fuerte  aumento en el costo de muchos alimentos básicos desde el comienzo de 2008.  
El precio del maíz, mijo, ñame, mandioca, plátanos,  aceite de palma, tomates, frijoles y maní dio un salto de entre 7,95% y 124,54%  desde enero a abril solamente, de acuerdo con cifras obtenidas del Ministerio  de Alimentación y Agricultura (MAA) y publicadas en el Daily Graphic el 1 de abril de 2008. Aunque muchos de estos alimentos  básicos se producen localmente, la determinación del Gobierno de apresurar la  integración a la economía globalizada ha abierto las puertas a los productos  alimenticios básicos importados, particularmente arroz y azúcar. Pero es el  mercado mundial el que determina el precio de estos productos, no el poder de  compra local. 
Promoción  inadecuada de derechos fundamentales para las mujeres 
La erradicación del hambre y la pobreza es crucial para  asegurar los derechos fundamentales de las mujeres. Como otros signatarios de la Declaración Universal de Derechos  Humanos, Ghana está obligada a promocionar los derechos de sus ciudadanos a  través del cumplimiento de las obligaciones establecidas en virtud de la Carta de las Naciones Unidas y los  muchos tratados, pactos y acuerdos derivados de ella. El país también ha  ratificado convenciones internacionales y acuerdos específicamente dedicados a  la promoción de los derechos de las mujeres, tal como la Plataforma de Acción  de Beijing y la   Convención sobre la Eliminación de Todas  las Formas de Discriminación contra la Mujer. A nivel  regional, la adhesión de Ghana a acuerdos como la Carta Africana de Derechos  Humanos y de los Pueblos y su Protocolo Opcional de los Derechos de la Mujer en África entraña  compromisos adicionales. La   Constitución de 1992 incluye disposiciones específicas  destinadas a promover los derechos de las mujeres y la igualdad de género. 
El Gobierno ha intentado demostrar su compromiso con los  derechos de las mujeres estipulados en estos acuerdos estableciendo un  Ministerio de Asuntos de la Mujer y la Infancia (MAMI),  para asesorar al Gobierno en cuestiones de política que afectan sus derechos y para  promover iniciativas de igualdad de género que mejoren el estatus y bienestar  de las mujeres .  Desafortunadamente, en los ocho años transcurridos desde que se creó, el MAMI ha  hecho poco y nada para fomentar el bienestar socioeconómico de las mujeres. 
Las sumas asignadas al MAMI no demuestran un fuerte apoyo  a los derechos de las mujeres por parte del Gobierno. En años recientes se le  ha asignado al ministerio el 0,1% del presupuesto total, según el estudio Aid Effectiveness and Gender Equality in Ghana  2004-6 (Eficacia de la Ayuda e Igualdad  de Género en Ghana 2004-6, Pobee-Hayford y Awori, 2007). “La magra proporción  del presupuesto destinada al MAMI tiene implicaciones para el mandato del ministerio  y su capacidad para llevar a cabo sus obligaciones”, comentan los autores. Los  efectos de un financiamiento escaso están signados por la ausencia de  presupuesto de género para monitorear los gastos públicos destinados a otros  propósitos, incluyendo el bienestar social. 
Producción  de alimentos y derechos de las mujeres 
La desproporcionada aplicación de políticas económicas  neoliberales junto con la naturaleza insostenible de las políticas  globalizadoras ha reducido las posibilidades de abordar los derechos sociales,  económicos, culturales y medioambientales de las mujeres. Aún más preocupante,  cuando se implementan políticas económicas, los derechos de las mujeres son los  primeros en ser sacrificados, en base a la premisa de que éstas tienen  “capacidad natural” para hacer frente a la pobreza, particularmente en tiempos  de crisis. 
La agricultura es la principal fuente de crecimiento  económico, responsable del 40% del total (GLSS 4, 2000, Encuesta sobre el Nivel  de Vida en Ghana). No obstante, un examen más atento revela una fuerte  discriminación de género en el área. Las inversiones del Gobierno han  incentivado un rápido crecimiento de las industrias de exportación, sobre todo  la producción de madera y cacao, donde la mano de obra es predominantemente  masculina. A la vez, el Gobierno ha ofrecido escaso apoyo a las industrias de  alimentos básicos que tradicionalmente son responsabilidad de las mujeres. Como  resultado, los cultivos para consumo doméstico, la ganadería y la pesca, todos  ellos se han estancado (Amu y Gockel, 2005, citado por ISODEC, Centro de Desarrollo  Social Integrado, 2006). Esta política deja al descubierto que las prioridades  se establecen en detrimento de las personas. Durante el período estudiado, dos  millones de hogares estaban cultivando maíz, 604.100 cosechaban maní y 361.400  tenían un cultivo de arroz, mientras que sólo 584.400 hogares cultivaban cacao.  
Como muestra el Cuadro I, la agricultura es la principal fuente  de sustento en comunidades rurales, sin importar cuánto de la producción  consumen las familias mismas. Los hogares obtienen sólo 30,6% de su ingreso de  la agricultura, observa el GLSS 4. El trabajo no asalariado es común, 9,6% del  total para los hombres y 20,15% para las mujeres. Asimismo,  la carga que recae sobre los hombros de las  mujeres varía de acuerdo con la zona ecológica, indicando que el cambio  climático podría tener repercusiones significativas sobre el género. Las  mujeres realizan 53% de las tareas agrícolas en la zona rural costera y sólo 36%  en la zona rural de sabana (ISODEC, 2006). 
CUADRO 1.  Distribución de hogares que poseen u operan una granja o crían ganado y  estimación nacional por localidad (%) 
  
     
      Localidad/Zona    ecológica  | 
    Hogares    que poseen una granja o crían ganado. Muestra  | 
    Participación    de las mujeres en las actividades agrícolas  | 
   
  
    Área Urbana  | 
    32  | 
    38  | 
   
  
    Área Rural  | 
    85  | 
    44  | 
   
  
    Rural Costera  | 
    75  | 
    53  | 
   
  
    Rural Forestal  | 
    6  | 
    46  | 
   
  
    Rural Sabana  | 
    93  | 
    36  | 
   
  
    Ghana  | 
    66  | 
    43  | 
   
 
Fuente: GLSS 4 (2000). 
El Documento de Estrategia de Reducción de la Pobreza  en Ghana I (GPRS I) y el de Estrategia para el Crecimiento y la Pobreza  (GPRS II) concluyeron que la mayoría de los ghaneses que viven en la pobreza son  mujeres y que la pobreza es mayor entre los agricultores que cultivan alimentos  básicos .  Enfrentar la desproporcionada carencia requerirá políticas y programas que incrementen  el acceso de las mujeres a factores de producción tales como tierra, trabajo,  crédito y tecnología agrícola (Coalición del Manifiesto de las Mujeres, 2004).  El crédito inadecuado es un problema importante. Parece que la falta de aval a  menudo impide que mujeres, pobres y personas discapacitadas expandan su  producción. Esto los obliga a depender del crédito y acuerdos de préstamo  informales, habitualmente con intereses más altos que las instituciones  bancarias comerciales. 
Políticas de  respuesta y derechos alimentarios de las mujeres 
La incapacidad del Gobierno para implementar medidas  significativas que aborden los derechos alimentarios de las mujeres tiene sus  raíces en el marco económico neoliberal, que asume que la estrategia de  desarrollo del país estará basada en flujos de asistencia y producción para la  exportación, mientras que muchos productos y servicios básicos, incluyendo  artículos alimenticios, serán importados. La mejora de la producción local de  alimentos y del desplazamiento de recursos no se considera importante. Para  tener éxito, esta estrategia requiere un sistema de gobernanza que limite las  oportunidades políticas y técnicas para una participación efectiva, y para  promover los derechos humanos y los derechos de las mujeres. 
Durante el gobierno de su primer presidente, el fallecido  Dr. Kwame Nkrumah, Ghana siguió una estrategia de promoción del desarrollo  basada en la producción de alimentos local. Sin embargo, desde su derrocamiento  en 1966, los gobiernos que lo sucedieron han dado un giro fundamental en  política agrícola. Bajo el Programa de Ajuste Estructural del país, es decir el  Programa de Recuperación Económica (PRE), modelado de acuerdo con las  directivas del Banco Mundial, el Gobierno ha reducido el papel del sector  público y ha dado al sector privado mayor responsabilidad en la prestación de bienes  y servicios. Eliminó los subsidios a los fertilizantes y otros insumos  agrícolas y ha intentado reducir su papel en el mercado. Por ejemplo, la Cámara de Comercio del Cacao se  desentendió de la fijación de precios y de la comercialización. En 1991, la Asociación Nacional de  Agricultores y Pescadores de Ghana fue remplazada por la Federación de  Cooperativas Agrícolas, que fue fundada por los agricultores mismos y funciona  como una empresa cooperativa a nivel de distrito, regional y nacional. Esta  reforma beneficia a los grandes productores, agricultores acaudalados que se  dedican a los cultivos comerciales. Su asistencia financiera a las cooperativas  les permite ejercer una influencia y poder desproporcionados. Los agricultores  más pobres, en su mayoría mujeres, que son productoras de subsistencia, están  en general ausentes de las cooperativas y son quienes más han padecido las  políticas por las que abogan estas organizaciones. 
El marco básico del PRE se ha mantenido bajo los GPRS I y  II. A pesar de algunos intentos para abordar la discriminación contra las  mujeres, los sectores económicos donde éstas son mayoría se encuentran aún en  extremo desatendidos, y la desigualdad de género en el sector agrícola no ha  sido abordada sistemáticamente aún. Las asignaciones de presupuesto al MAA  dependen demasiado de los donantes y son totalmente inadecuadas. El Gobierno  estableció un Departamento de Mujeres en el Desarrollo Agrícola (DMDA) para  tratar las inquietudes de las mujeres, sin embargo no proporcionó financiación  para las iniciativas de inversión en 2002; en 2003 y 2004 el DMDA sí recibió  financiación, pero de donantes internacionales únicamente (ISODEC, 2006). 
El Gobierno del Nuevo Partido Patriótico de John Agyekum  Kuffour anunció recientemente un programa para “mitigar las penurias que están  enfrentando los ghaneses como resultado de la escalada de precios de los  alimentos y el combustible”, reduciendo los derechos de importación sobre  productos alimenticios de gran consumo y exonerando impuestos sobre algunos  productos del petróleo. Se espera que esta medida reduzca los precios del  arroz, trigo, maíz amarillo y aceite vegetal. El gobierno ya estaba consultando  con sus socios de desarrollo para importar y acopiar una provisión adicional de  arroz y trigo para mejorar la seguridad alimentaria.  Sin embargo, el Gobierno no proporcionó  ninguna estrategia para traer alimentos producidos más localmente al mercado,  aún cuando las inversiones para reducir las pérdidas pos-cosecha, mejorar el  transporte y modernizar las redes de carreteras inadecuadas, particularmente en  las comunidades rurales pobres, beneficiarían tanto a los consumidores como a  los agricultores. 
Iniciativas  de la sociedad civil 
Las organizaciones de la sociedad civil (OSC) han exigido  un esfuerzo concertado del Gobierno para erradicar el hambre y la pobreza. Las  OSC han aprovechado oportunidades como el desarrollo de los GPRS I y II para  expresar su firme oposición a la dependencia del Gobierno de la economía de  libre mercado para eliminar la pobreza. Las organizaciones de derechos de las  mujeres, particularmente la Red de Derechos  de las Mujeres en Ghana (NETRIGHT) han hablado a favor de políticas sensibles  para abordar la pobreza. 
En un Foro de la Sociedad Civil celebrado  en Accra del 17 al 21 de abril de 2008 como preludio a la Conferencia de las  Naciones Unidas sobre Comercio y Desarrollo XII (UNCTAD XII), Conferencia  Ministerial que se llevó a cabo en Accra, los activistas exigieron nuevas políticas  que se ocupen de la pobreza. El Sindicato General de Trabajadores Agrícolas del  Congreso de Sindicatos de Ghana (GAWU of GTUC, en inglés), la Red del Tercer Mundo-África  (TWN-África) y ActionAid Ghana declararon que las relaciones que el comercio y  la inversión tienen con las instituciones de Bretton Woods y corporaciones  transnacionales no son la solución para la pobreza, y exigieron un cambio en  las políticas que protegen a los productores y crean empleo. Como lo hicieron  en otros sitios, los activistas denunciaron las propuestas comerciales de la Unión Europea, que  obligarían a los países de África, el Caribe y el Pacífico a bajar los  aranceles que protegen a los productores locales de alimentos.  
La crítica más directa de la sociedad civil respecto a la  actual crisis alimentaria, hambre y pobreza, particularmente entre las mujeres,  ha sido formulada por “HungerFREE Ghana by 2015 Campaign” (Campaña para Liberar  del Hambre a Ghana para 2015). La campaña es un esfuerzo conjunto de FoodSPAN  (una coalición de más de 50 organizaciones formadas por agricultores,  incluyendo GAWU of GTUC), organizaciones basadas en la comunidad y organizaciones  de abogacía de políticas como ABANTU para el Desarrollo y medios de  comunicación. En una declaración emitida el 27 de mayo de 2008 la Campaña expresó su  apoyo a las iniciativas del Gobierno para abordar la crisis alimentaria, pero  observó que eran lamentablemente inadecuadas y “no beneficiarán a los  productores de pequeña escala, mayormente mujeres, que producen el 80% de los  alimentos en Ghana”. 
    En 1975 Ghana  estableció por primera vez un Consejo Nacional de Mujeres y Desarrollo para  cumplir su compromiso con la ONU. Este organismo se  transformó en el Departamento de Mujeres cuando se estableció el Ministerio de  Mujeres e Infancia en 2000. 
 
    Ghana ha debido crear los Documentos de Estrategia de Reducción de la Pobreza  como una condición para acceder a fondos de la Iniciativa para la Reducción de la Deuda de los Países Pobres  muy Endeudados, impulsada por los donantes.  
 
            
            
			
               
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