Hay más por recorrer que camino andado
Angélica Maytín Justiniani
Asamblea de la Sociedad Civil
El hecho de que los funcionarios del gobierno –en cuyo cargo está la definición y administración de los proyectos de desarrollo– no estén sujetos al escrutinio público hace imposible dar seguimiento y reconocer que un problema específico haya sido resuelto o desarrollado adecuadamente. De poca utilidad serán los programas de desarrollo si no van acompañados de un sistema de monitoreo que permita a la sociedad en general medir la efectividad de los mismos.
El actual sistema de gobierno se
encuentra enquilosado en una partidocracia que impide a
los ciudadanos el pleno goce de sus derechos, pues la
participación política, fuera del ámbito de los
partidos, está llena de obstáculos. Se requieren
programas que incentiven la autogestión y la democracia
participativa, características inexistentes en la
sociedad panameña.
Por otro lado, al no existir mecanismos efectivos de
rendición de cuentas para los Ministros de Estado y sus
subordinados de alta jerarquía, no es posible pretender
que se cuente con una democracia plena.
En el terreno de la libertad de expresión, ésta se
encuentra restringida por las siguientes leyes: Ley 11
(del 19 de febrero de 1978), que establece parámetros
para la publicación de periódicos; Ley 67 (del 19 de
septiembre de 1978), por muchos denominada «Ley
Mordaza», que regula el ejercicio de la profesión de
periodista; y Ley 68 (del 19 de septiembre de 1978),
que le otorga al gobierno la facultad de crear una junta
técnica encargada de expedir la idoneidad o licencia
para el ejercicio del periodismo.
En lo que respecta al control de la corrupción, la
Dra. Lina Vega Abad, vicepresidenta ejecutiva de la
Fundación para el Desarrollo de la Libertad Ciudadana,
Capítulo panameño de Transparencia Internacional desde
1996, señaló que este organismo viene desarrollando una
variedad de actividades para controlar la corrupción
desde la sociedad civil. Entre ellas, mencionó el
proyecto «Diálogo Nacional para la Educación Ciudadana
y el Control de la Corrupción», resultado de un
convenio entre la Contraloría General de la República y
el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo,
suscrito el 10 de marzo de 1997 y que concluyó el pasado
15 de mayo.
Vega Abad mencionó como un logro el hecho de que el
gobierno panameño ratificara en julio pasado la
Convención Interamericana Contra la Corrupción. Sin
embargo, añadió que tenemos la urgente necesidad de
adecuar nuestra legislación en los temas como: soborno
transnacional, enriquecimiento ilícito y declaración de
bienes de funcionarios públicos.
Por ahora, sólo hay programas
Por parte del gobierno se ha diseñado una propuesta
denominada «Nuevo Enfoque Estratégico Frente a la
Pobreza», que contiene una matriz
de programas, proyectos y acciones a implementarse en el
período 19982003. El objetivo de esta estrategia
es incrementar la participación de la población pobre,
en especial la de los grupos más vulnerables, con el fin
de lograr el crecimiento económico y el progreso social.
Según el análisis del Instituto de Estudios
Nacionales de la Universidad de Panamá (IDEN) del
documento oficial que lleva por título «Documentos de
la política social: 19941997», elaborado por el
gabinete social, existen acciones encaminadas a disminuir
los niveles de pobreza. Estas acciones están programadas
para ejecutarse a través del fomento del empleo
productivo, de una mejor distribución de la riqueza y
del uso y explotación de los recursos naturales. Entre
las actividades propuestas, se encuentran las de apoyo a
las pequeñas y medianas empresas, mediante programas de
crédito, transferencia tecnológica y capacitación.
Este documento señala que el proceso de capacitación
integral y especialización de los recursos humanos
resulta indispensable para mejorar las condiciones de
vida de la población.
Derechos humanos, derecho de las
humanas
La Ley 7, del 5 de febrero de 1997, «Por la cual se
establece la Institución en la República de Panamá de
la Defensoría del Pueblo», define el espacio
institucional para la protección de los derechos humanos
en el país.
El 12 de febrero de 1998, el Pleno de la Corte Suprema
de Justicia de la República de Panamá delimitó las
competencias de la Institución, al dejar fuera de su
alcance las actividades del Órgano Judicial. Esto ha
impedido la investigación en un área especialmente
sensible para la vigencia de los derechos humanos: el de
la administración de justicia.
A pesar de esto y de la eliminación de la inmunidad
para el Defensor del Pueblo, la Defensoría del Pueblo
tiene aún un amplio e importante papel que cumplir en el
país.
La representante del Foro Mujer y Desarrollo, Lic.
Margarita Muñoz, señaló que luego de Beijing, las
iniciativas de desarrollo social se enmarcan en
estrategias que incorporan la participación de hombres y
mujeres sin ningún tipo de discriminación. El Foro
Mujer y Desarrollo se creó con el fin de proveer un
espacio de concertación nacional de mujeres para incidir
en las políticas públicas hacia esa población;
elaborar una propuesta común para negociar con el
gobierno y los partidos políticos; capacitar en teoría
y enfoque a una masa crítica de dirigentes políticas y
sociales; e introducir los temas de las mujeres en las
agendas públicas de distintos sectores.
A través de la ejecución del «Plan de Acción Mujer
y Desarrollo 19942000», recién iniciada en 1996,
se sabe que hay tareas pendientes que van más allá de
esta programación. Es por ello que dos grandes espacios
de concertación de organizaciones de mujeres el
Foro Mujer y Desarrollo y la Coordinadora de
Organizaciones para el Desarrollo Integral de la
Mujer entran en alianza para ejecutar otro proyecto
con una base de capacitación. Dicho proyecto,
«Formación de género» (FORGEN), culminó en el mes de octubre pasado y sus resultados
servirán de insumo para el nuevo proyecto:
«Fortalecimiento del movimiento de mujeres y apoyo desde
la sociedad civil al cumplimiento del Plan de Acción
Mujer y Desarrollo».
Es un hecho innegable que la condición jurídica de
la mujer en el ámbito mundial ha logrado cambios
fundamentales como resultado del tiempo y de las
modificaciones sobrevenidas en las costumbres sociales y
políticas de la humanidad y, más que nada, debido a la
influencia y desarrollo mundial de los movimientos
feministas y de mujeres.
Se pueden citar varios avances en este sentido: el
Ministerio de Trabajo y Bienestar Social dictó el
decreto ejecutivo nº 70 «por el cual se crea el
Consejo Nacional de la Mujer como un organismo consultor
y de asesoría para la promoción y el desarrollo en la
vida política, social y económica del país» y
por decreto presidencial se creó su Secretaría Técnica
en 1995.
Por otro lado, se cuenta con mecanismos sectoriales,
como las Oficinas de la Mujer en los diferentes
ministerios, el Instituto de la Mujer y otros. Cada una
de estas estructuras tiene funciones específicas según
su área de acción.
Hay otros logros importantes, como el Programa Mujer,
Salud y Desarrollo del Ministerio de Salud, que cuenta
con el Plan Institucional de Atención y Prevención de
la Violencia y Promoción de Formas de Convivencia
Solidaria, específicamente la lucha contra la violencia
intrafamiliar. El Instituto de Formación Profesional
incorporó el Sistema de Formación Profesional Dual,
incluyó a la mujer en oficios no tradicionales; y en el
Instituto Panameño de Habilitación Especial, se fundó
en 1997 la Oficina de la Mujer, como instancia asesora
para la promoción y el desarrollo integral de la mujer
discapacitada.
Pese a los aportes de la sociedad civil y los
compromisos del gobierno para lograr cambios
fundamentales en beneficio de las mujeres, la Lic. Muñoz
manifestó que resulta contradictorio el hecho de que,
aun cuando la mujer tenga más acceso a la educación,
esto no se refleje en mejores empleos ni mejores salarios.
Su desarrollo en el mercado laboral se obstaculiza debido
a que aún existe desigualdad dentro del núcleo familiar
y a que las mujeres siguen asumiendo gran parte de las
responsabilidades del cuidado y la atención de los hijos
y familiares de tercera edad.
La representante del Foro Mujer y Desarrollo señaló
que todavía hay temas que no se tratan abiertamente. Uno
de ellos es el aborto, como un problema de salud
pública. Concluyó diciendo que «existen demandas
plasmadas en el Plan Nacional antes mencionado, pero las
acciones de monitoreo y de cumplimiento de éstas y de
las leyes y decretos en el tema de equidad entre los
géneros le corresponderán al movimiento de mujeres».
La Secretaría Ejecutiva y la
Asamblea de la Sociedad Civil desean agradecer por sus
aportes al Foro Mujer y Desarrollo, al Instituto de
Estudios Nacionales de la Universidad de Panamá (IDEN),
al Centro de Estudios Latinoamericanos Justo Arosemena
(CELA), al Comité Ecuménico, a la Fundación para el
Desarrollo de la Libertad Ciudadana, a la Secretaría
Técnica del Gabinete Social de Panamá y al Doctor
Roberto Bruno.
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