LOS PEQUEÑOS CONTRIBUYENTES DE LOS PAÍSES POBRES CARGAN CON EL FARDO
Si los países de bajos ingresos modificaran sus impuestos, fortalecieran sus gestiones financieras y eliminaran las exenciones fiscales a los inversores trasnacionales de manera que la proporción de sus ingresos públicos dentro del PBI (que representó 12% en 2003) subiera al nivel promedio de los países ricos (26% en 2003), los ingresos de sus gobiernos aumentarían aproximadamente USD 140.000 millones por año.
El ingreso fiscal de los países en desarrollo aumentaría más de USD 285.000 millones al año si la economía informal se integrara por completo a la economía formal y fuera gravada como corresponde. Aunque esto sea poco realista, la integración parcial incorporaría miles de millones de dólares en ingresos adicionales.